Es natural que las personas terminen comentado sobre las peleas de su relación con los demás, aunque sea solo por aburrimiento o desahogo. Sin embargo, piense muy bien antes de hablar de una situación, ya que muchas veces, quien la escucha termina sintiendo bronca respecto a su compañero(a), y la consideración no será más la misma. Es mejor dejar la discusión solo entre los dos.
“Los amigos y los padres son los primeros en perder la estima y llegan a enojarse con la persona en cuestión. Entonces, la clave es que nunca critique mucho a su compañero. Cuanto más la persona insista en señalar los defectos –incluso con los que usted aprendió a convivir –, peor será la situación posterior”, enseña la psicóloga Tássia Nogueira Telles.
Según la profesional, las personas del entorno pueden notar cuando uno de ellos está triste por algún motivo. Si alguien le preguntara porqué, no lo diga o restrínjase a decir que fue un pequeño desentendimiento. No le dé una proporción mayor a las situaciones, ya que además de escuchar el desahogo, las personas harán comentarios sobre el episodio.
“Mi madre y mis amigas me conocen cuando no estoy bien por la forma de mirar, pero, con el tiempo aprendieron que prefiero no comentar mucho sobre mi vida sentimental, pues se que, independientemente de la situación, siempre estarán a mi lado. Y como enseguida las cosas se arreglan con mi novio, hago de todo para evitar decirlas”, comenta la estudiante universitaria Daniela Gatti Souza.
En momentos de agonía o tristeza, ore y reflexione, para tener fuerzas y resolver cuanto antes las desavenencias. “Nunca deje la reconciliación para mañana, solo logra hacer que la angustia aumente. Piense que cada día es único y le da oportunidades de que todo termine bien”, finaliza Tássia.