Muchos problemas conyugales se evitarían si las personas supieran la importancia de los roles en el matrimonio.
Cuando Dios creó al hombre le designó la función de ser protector.
“Tomó, pues, el Señor Dios al hombre, y lo puso en el huerto de Edén, para que lo labrara y lo guardase”, Génesis 2:15.
El marido es responsable por su esposa debido a que tiene la importante misión de cuidarla. Por lo tanto, debe ser más que un proveedor, debe brindarle cariño, atención y seguridad. Mientras tanto, la mujer fue creada con la cualidad especial de poder ayudar a su esposo.
“Y dijo el Señor Dios: No es bueno que el hombre esté solo; Le haré ayuda idónea para él”, Génesis 2:18.
Las funciones del marido y de la esposa son complementarias debido a que, desde el punto de vista bíblico, ambos son un mismo cuerpo. Por lo tanto, a diferencia de lo que muchos consideran, asumir determinados roles en el matrimonio no desvaloriza a ninguno de los cónyuges, porque los dos colaboran y se ayudan entre sí.
Lamentablemente, muchas personas han fracasado en el amor porque no han desempeñado sus roles o han desconocido que esto es algo fundamental para mantener una relación saludable.
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