Esta no es lo que imaginás
“Y ordenó el Señor Dios al hombre, diciendo: De todo árbol del huerto podrás comer, pero del árbol del conocimiento del bien y del mal no comerás, porque el día que de él comas, ciertamente morirás”. Génesis 2:16-17
La Biblia explica que la mujer fue inducida por la serpiente (el diablo) a comer del fruto del árbol del conocimiento del bien y del mal que Dios había ordenado que no comiera, porque, de lo contrario, moriría. Sin embargo, Eva no solo desobedeció, sino que también indujo a Adán a desobedecer, siendo que Dios había dejado bien claro cuál sería la consecuencia de eso.
Concepto de muerte:
A los ojos humanos, ellos no murieron, lo que aparentemente contradice lo que Dios había afirmado. Esto se debe a que el concepto de muerte que tiene Dios es diferente al del ser humano.
Para él, la muerte es cuando el cuerpo deja de funcionar, porque considera el cuerpo físico, pero Dios considera el alma, la parte incorpórea que los ojos naturales no pueden ver.
Usted no es un cuerpo que tiene alma, es un alma que tiene cuerpo, y ese cuerpo es perecible, pasa, se deteriora, y llegará un momento en el que dejará de funcionar. Por otro lado, su alma, que es usted, ¡no muere! Una vez generada, es decir, una vez que recibe el aliento de vida, ¡nunca más dejará de existir!
La primera muerte:
La muerte que conocemos es una separación de la materia, porque el alma, que es un ser espiritual, no muere.
Entonces, ¿qué es la muerte? Es estar separado de Dios. El pecado produce la muerte espiritual, que es la separación del Autor de la vida.
“Jesús le dijo: Yo soy el camino, y la verdad, y la vida; nadie viene al Padre sino por Mí”, Juan 14:6
por lo tanto, sin Él no tenemos vida.
Por ejemplo, usted mira allí afuera y ve a las personas físicamente vivas, teniendo vida social, pero por dentro tienen depresión, no tienen paz, tienen deseos de morir y deseos de suicidarse, porque no saben que si cometen suicidio no morirán. Las personas, en realidad, andan como zombis, son muertas vivas, porque ya están viviendo separadas de Dios, están muertas en sus delitos y pecados.
La segunda muerte:
Nadie aún pasó por la segunda muerte, los que ya murieron solo pasaron por la primera. La segunda muerte será después del juicio final, cuando Dios lance a todos los que están en el infierno junto con satanás y sus demonios al lago de fuego y azufre, que es la segunda muerte, la separación eterna de Dios.
“Y la muerte y el hades fueron arrojados al lago de fuego. Esta es la muerte segunda: el lago de fuego”. Apocalipsis 20:14
Él citó como ejemplo la historia del rico y Lázaro, descrita en Lucas 16.
La Biblia dice que ambos murieron. El rico fue al infierno, es decir, fue separado de Dios; y Lázaro fue al seno de Abraham, en otras palabras, fue con Dios. El texto dice que el rico le pidió a Abraham que dejara que Lázaro le diera un poco de agua para refrescar su lengua, pero Abraham le respondió que no era posible, porque los separaba un gran abismo. Ninguno podía pasar hacia el otro lado.
Podemos observar que el rico, en el infierno, estaba consciente y sintiendo dolor, lo que comprueba que seguimos existiendo cuando morimos, solo pasamos a la eternidad, que puede ser con o sin Dios, dependiendo de las decisiones que tomemos en vida.
El que cree en Mí nunca morirá:
“Jesús le dijo: Yo soy la resurrección y la vida; el que cree en Mí, aunque muera, vivirá, y todo el que vive y cree en Mí, no morirá jamás. ¿Crees esto?” Juan 11:25-26
La muerte es como un sueño para Dios. Si creés en Jesús y Lo aceptás como Señor y Salvador, viviendo en obediencia a Su Palabra, cuando mueras vas a tener vida. Por otro lado, si morís en pecado, estarás eternamente separado de Dios.