Confundidos entre remordimiento y arrepentimiento, esa es la realidad de muchos.
En la Jornada rumbo al Río Jordán de hoy, el obispo Julio enfatizó que las personas que sienten remordimiento hablan de su pasado con nostalgia y extrañan la vida pecaminosa que tenían. Pero, los que se arrepienten, hablan de su pasado con vergüenza, tristeza e indignación.
Durante esta Jornada, se entabló comunicación con el pastor Emilio Estévez, responsable por el trabajo evangelístico en la ciudad de Mar del Plata, que expresó: “cuando la persona siente remordimiento todavía sigue presa a su pasado”.
En la ocasión, se transmitió el caso verídico de Yesica, una joven que fue marcada por el odio que sentía hacia su padre y que pudo superar cuando buscó la ayuda de Dios, se arrepintió y se bautizó en las aguas. “Tenía bien en claro lo que quería, el Espíritu Santo. Y, cuando llegó la Hoguera Santa, aproveché la oportunidad”, aseguró. Hoy, la vida de Yesica está totalmente transformada, realizada como mujer, madre, hija y esposa. Una Novedad de Vida.
“Pues Yo no Me complazco en la muerte de nadie, declara el Señor Dios, arrepentíos y vivid”. Ezequiel 18:32
El pecado hace que la vida de la persona esté muerta, solo el arrepentimiento puede cambiar esa realidad.
Antes de culminar la Jornada, el obispo señaló que uno de los síntomas que caracteriza a la persona que no se arrepintió es la creencia en otros dioses, es decir, la idolatría, y eso sucede porque su fe está dividida.
Participe con nosotros de esta Jornada rumbo al Río Jordán, de lunes a viernes, de 7:30 a 8 h, por UnifeTV, 25.1 TDA, y Red Aleluya, 106.3 FM.
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