“Llegaron al lugar que Dios le había dicho y Abraham edificó allí el altar, arregló la leña, ató a su hijo Isaac y lo puso en el altar sobre la leña.” Génesis 22.9
Dios, sabiendo de la fe de Abraham y de la entrega total de su vida en Sus manos, le pidió aún más, su único hijo Isaac, en sacrificio, probando su fe y temor. La confianza de Abraham era tal que creyó que Dios proveería el milagro para él, y así sucedió.