La envidia se encuentra en muchas situaciones cotidianas. Está por detrás de algunas actitudes y comentarios de personas alrededor nuestro. Frases como: “quiero un auto igual al tuyo”, “ojalá tuviera un sueldo como el de él”, “me gustaría que mi novio fuera como el tuyo”, por ejemplo, cargan no solamente el deseo por lo que tiene el otro, sino también la frustración de no tener eso. Es una energía capaz de interferir negativamente en la vida de quien es víctima de ese sentimiento, generando intrigas, chismes, competencia y en algunos casos incluso crímenes.
Eso es lo que afirma el resultado de una investigación publicada en la edición de febrero de 2009 de la revista American Journal of Science, en que un equipo de científicos japoneses logró identificar la región del cerebro que controla el sentimiento envidioso. Para el investigador jefe del Departamento de Neuroimagen Molecular del Instituto Nacional de Ciencias Radiológicas de Japón, Hidehiko Takahashi, de 37 años, la envidia puede llevar a una persona a practicar un acto destructivo, incluso criminal para lograr lo que desea.
Además del estudio, los crímenes motivados por la envidia han sido constantes en distintas noticias, lo que comprueba la fuerza de ese sentimiento.
En Penedo, el último mes de abril, un caso de una adolescente de 15 años, que mintió al acusar al marido de su tía por violación, causó indignación en toda la región. Se presentó como víctima delante de toda la familia, acusando al tío de violentarla tres veces y amenazarla de muerte si denunciaba el hecho. Sin embargo, cuando se solicitó el examen en el Instituto Médico Legal (IML), para constatar el abuso sexual, el médico legista constató que la adolescente había tenido relaciones antes del período del supuesto crimen. Sin argumentos, la joven terminó confesando en la comisaría que inventó la mentira porque estaba celosa al ver que su prima, hija del tío acusado, tenía celular, máquina de fotos, ropa nueva, estudiaba en escuela privada y ella, debido a los pocos ingresos de su padre, no podía tener las mismas cosas.
Con la finalidad de ayudar a quien se siente víctima de sentimientos negativos como ese, la Iglesia Universal del Reino de Dios realiza todos los viernes en la Sesión de la Descarga. En esa reunión, se realizan oraciones fuertes de liberación para expulsar los males espirituales y para que los problemas que parecen imposibles de resolver se solucionen a través de la fe.
Si usted sufre con malos sentimientos o tormentos espirituales, conozca la reunión de liberación. Los encuentros se realizan a las 8, 10, 12, 16 y 20 hs. en Av. Corrientes 4070 – Almagro.
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