La elección de una carrera universitaria es una de las decisiones más importantes que una persona hace en su vida, pues determinará a lo que se dedicará por el resto de su vida. En este artículo te daremos una guía acerca de los aspectos que debes tomar en consideración en todo este importante proceso.
Es curioso cómo los jóvenes deben elegir algo tan determinante y muchas veces cuentan con menos de 18 años. Las estadísticas indican que más del 40% de los estudiantes que presentan las pruebas de admisión con menos de la mayoría de edad se cambian de carrera, debido a que se equivocaron en su elección. Esto debería indicar que los chicos y chicas deberían tener una mayor atención para minimizar los errores, sin embargo no es así.
El paso más apropiado que se debería realizar es acudir a un psicólogo para que ayude a una persona confundida a analizar sus habilidades, gustos y destrezas. No obstante, al margen de esto un joven podría hacer lo siguiente para elegir correctamente una profesión o carrera:
1. Hacer una relación entre actitudes y aptitudes. Es primordial que nuestra elección venga cargada de un perfecto conocimiento de lo que nos gusta y de lo que somos capaces de hacer.
2. Imaginarse ejerciendo la profesión cuando tenga cuarenta años y si la actividad a realizar va acorde con sus intereses y condiciones personales.
3. Considerar el salario que probablemente tendrá y si está contento con la respuesta. Por lo menos, un médico ganará más que un maestro, pero quizás esto no sea tan importante para el chico porque la enseñanza lo hace feliz.
4. Pensar en la oferta de empleo. A veces es necesario ser rigurosos e investigar si hay necesidad en el mercado laboral de la carrera que se piensa elegir. De nada sirve ser astronauta si donde se piensa vivir no hay actividad de ese tipo.
5. Calcular los costos de la carrera. ¿Mi familia podrá pagar los gastos semestrales o anuales de materiales y libros que se requieren? Por ejemplo, los odontólogos y arquitectos gastan mucho dinero en relación con otras carreras universitarias.
6. La institución debe ser la adecuada. Este es otro detalle importante. De repente nos encantaría ser abogados pero la carrera no está disponible en la universidad en la que podemos ingresar, o de repente hay varias opciones pero hay que estudiar cuál es la mejor en el área que nos gusta. La idea es formarnos como excelentes profesionales.
Otros consejos
– Reflexionar sobre cuáles son los intereses vocacionales (el arte, las ciencias, las actividades al aire libre, el servicio a los demás, etc) y valorarlos antes de elegir.
– Además, hay que ser realista, y según hayan sido las preferencias escolares (que notas se obtuvieron en ESO, por ejemplo o cuáles han sido las asignaturas que más han gustado). Así, se trata de conjugar las aptitudes intelectuales con los intereses profesionales.
– Cuando se eligen estudios o se busca empleo, hay que tener en cuenta que uno no debe desanimarse. Las personas constantes son las que obtienen mejor rendimiento en la mayor parte de las profesiones.
– No hay que dejarse llevar por las presiones familiares o los consejos de terceras personas que desconocen lo que aconseja, sino que se debe recapitular sobre cuáles son los intereses y la trayectoria académica.