Centenas de personas se aglomeran y se apegan al escenario intentando tocar la punta de sus pies, quieren ver mejor a su ídolo. Aun joven, con la ropa apretada, copete y baile insinuante, Elvis saborea su éxito.
Hacía poco, en 1956, la revista Variety, llegó a coronar al cantante como el “Rey del Rock”, título aclamado fervorosamente por sus fans. Como súbditos devotos, los adolescentes aprovechan el show de Elvis para gritar “¡Elvis es nuestro Rey!” Y la reacción de “su majestad” es inmediata.
“¡Existe solo un Rey!” grita Elvis, después de parar la canción en la mitad. Para el asombro de quien lo fue a ver, continúa diciendo: “¡Y ese Rey es Jesucristo!”
Paz en el valle
Elvis Aaron Presley nasció el 8 de enero de 1935, en la ciudad de Tupelo, interior de Misisipi, en Estados Unidos. Sus padres, Vernon Elvis Presley y Gladys Love Smith vivían en una cabaña alquilada de 45 metros cuadrados hecha de madera. Como todos los pobres de la época, se apegaban a su fe para mejorar de vida.
Elvis fue criado así. Dependiente de su madre, el niño seguía su amor, tomado de sus manos hacia donde fuera, en general a la escuela y a la iglesia. Gladys y su hijo cantaron en el coro religioso hasta 1948, cuando la familia migró a Memphis, la “gran ciudad”.
Si en Tupelo, Elvis recibía la educación musical de la Iglesia y de sus tíos – que adoraban la música negra y le enseñaron a tocar la guitarra – en Memphis, el preadolescente se volvió fan de los grandes cantantes góspel de la época. Los cuartetos Statesmen y Blackwood Brothers eran sus predilectos.
Como el cristiano fervoroso que era, Elvis nunca se debilitó por la discriminación de sus compañeros de escuela que lo juzgaban por el cabello largo y su extravagante vestimenta.
En aquella época, Memphis era una caldera musical. La música espiritual negra o blues, o rockabilly y el góspel sureño transbordaba en cada radio. Esa influencia creó un Elvis apasionado por el ritmo, el movimiento y el canto.
El estudio Sun Records permitía grabar un disco por 4 dólares. En 1953, Elvis, acompañado por su guitarra, grabó dos canciones como regalo de cumpleaños para su madre.
Entusiasmado, el productor Sam Phillips transformó al tímido adolescente en un astro regional. En 1955, el empresario Tom Parker “compró” al cantante y nunca más se separó de él.
Su mano en la mía
Conocemos muy bien al “Rey del Rock”, pero pocas veces escuchamos hablar sobre uno de los más famosos cantantes de la música góspel de la historia. A lo largo de toda su carrera, Elvis Presley grabó 11 discos del género, además de 4 long plays y dos extended plays, sumando más de 80 canciones dedicadas a Cristo.
Sonny West, autor de la biografía “Elvis: What Happened?” (Elvis: ¿Qué sucedió?), afirma que el pasatiempo predilecto de Elvis era cantar canciones cristianas. “Todas las noches se sentaba en el piano y cantaba”, relató. “Sólo no íbamos después de que amanecía. Elvis realmente amaba la música góspel.”
A pesar de esa devoción, sus actitudes fueron severamente criticadas, principalmente, en el comienzo de su carrera. El cantante lloró varias veces al ser calificado como vulgar e indecente. Por ese motivo, le prometió a su madre que cantaría “Peace in the Valley” (Paz en el Valle) por televisión. Aun frente al rechazo de esa presentación, por parte del equipo de televisión, Elvis cantó la alabanza, convirtiéndose ya en 1957, en uno de los mayores nombres de la música cristiana.
Elvis fue encontrado muerto en su baño. Según su novia Ginger Alden, con el libro “A scientific search for the face of Jesus” (“Una investigación científica sobre el rosto de Jesús”), de Frank O Adams, en sus manos. La causa de su muerte fue un ataque cardíaco, aunque se encontraron en su organismo, diez drogas lícitas.
Después de la muerte de su madre, en 1958, Elvis se volvió dependiente a los medicamentos. Su irregular dieta y hábitos, acompañados por sus crisis existenciales, hicieron de él un blanco fácil para el vicio. Sus abusos le causaron diversas enfermedades, provocando que la necesidad de tomar remedios, aumentara. Como era de esperarse, el exceso de drogas agravó su salud. Próximo a su muerte, Elvis tomaba tres cócteles de peligrosos remedios por día. “En los últimos 20 meses de vida, receté más de 12 mil píldoras de drogas potentes”, garantizó George Nichopoulos, uno de los médicos del cantante.
Cuán grande eres Tu
La herencia de Elvis continúa hasta hoy. Si no fuera por él, el rock, como se lo conoce, no existiría.
Elvis vendió 1 billón de álbumes, recibiendo 150 discos de oro, platino y multiplatino. De ese total, más del 40% se vendió fuera de su país de origen, algo que ningún otro artista, logró. Curiosamente, los únicos tres shows de Elvis fuera de Estados Unidos se realizaron en su país vecino, Canadá, en 2 días.
Con respecto al Grammy, el mayor premio a la música, Elvis conquistó sólo tres: Mejor Performance de Música Sacra, con How Great Thou Art (1967); Mejor Performance Inspirativa, con He Touched Me (1972); y Mejor Performance Inspirativa, con el álbum How Great Thou Art – Live (1974). Todos fueron premios a canciones cristianas.
If I Can Dream – Canción grabada después del asesinato de Mather Luther King
He Touched Me – Canción premiada en los Grammy en 1972
How Great Thou Art – Canción-titulo del álbum premiado con el Grammy en 1974