Aunque muchos no lo practican, la mayoría de las personas son conscientes de la importancia de estirar los músculos antes, durante y después del ejercicio. Sin embargo, pocos saben que estirar los músculos con regularidad, por ejemplo por la mañana antes de empezar el día, en el trabajo o en cualquier momento de la jornada, nos ayuda a relajarnos y a cuidar nuestro corazón. Así lo desvelaba un estudio publicado hace unos días en el último ‘European Heart Journal’.
Estira las piernas
Por primera vez, un estudio de la Universidad de Queesland (Australia) relaciona el estar demasiado tiempo sentado con el riesgo de enfermedad cardíaca. Dicho estudio ha sido llevado a cabo con 4.757 hombres y mujeres con una media de edad de 45 años, que llevaron durante siete días un acelerómetro (dispositivo que sirve para cuantificar el movimiento corporal y saber así la energía gastada). Además, se les midió la circunferencia de la cintura, un buen dato para conocer la salud cardiovascular.
De esta forma constataron que quienes pasaban más tiempo sentados sin levantarse poseían una circunferencia de cintura mayor, niveles más bajos de colesterol HLD (el ‘bueno’) y mayores niveles de proteína C reactiva y de triglicéridos.
Por el contrario, los que hacían pausas en su trabajo a menudo, levantándose tenían un impacto positivo en la medida de la cintura, así como en los valores de la proteína C reactiva y la glucosa.
Un buen estiramiento
Así que ya sabes, aprovecha las pausas en tu trabajo para levantarte, cuando envías un email, haces una llamada, sacas una fotocopia… ¡estira los músculos!
¿Cómo se estiran de forma correcta? Haciendo un estiramiento relajado, manteniendo la concentración sobre los músculos que estamos estirando. Por el contrario, la forma errónea sería hacerlo de forma brusca mediante rebotes o forzando los músculos hasta sentir dolor.
Del estiramiento fácil al progresivo. Este es el tránsito correcto, empezar con un estiramiento fácil, con la sensación de “siento el músculo, pero no me duele” unos 10 segundos. Así reducimos la rigidez y preparamos al músculo para el estiramiento progresivo, un centímetro más hasta sentir una tensión moderada (sin dolor) durante 10 a 15 segundos. De nuevo, disminuiremos progresivamente la tensión.
Ayuda al estiramiento contar los segundos y acompañarlo con una respiración rítmica y controlada.