Dudo que una persona viva mal por opción. Siempre buscamos el mejor lugar para vivir, donde nos sentiremos bien. El lugar tiene que estar adecuado a nuestra exigencia y condición.
¡El Universo es extraordinario! Son planetas, cometas, estrellas, galaxias, etc. Todo funcionando perfectamente. Es como si la Tierra fuese una gran nave donde hay una infinidad de criaturas, inclusive el ser humano.
Pero, ¿Cuál es el domicilio de Dios? ¿Dónde habita Él?
Respondió Jesús: Si alguien Me ama, guardará Mi Palabra; y Mi Padre lo amará y vendremos a él y haremos en él morada. Juan 14:23
Muchos buscan a Dios para que responda a sus necesidades urgentes, y son respondidos, así como el mar recibe el agua, el sol recibe el fuego para brillar, etc. Sin embargo, dentro de ellas el vacío continua, exactamente como sucede con todos los seres humanos. Es como si existiese un vacío enorme, y sin saber cómo llenarlo, terminan tragándose lo que el mundo les ofrece. Y claro, envuelto por el diablo, con toda ilusión y fantasía.
Dios quiere que seamos Su domicilio, el lugar para que Él habite, quiere vivir allí y, así, llenar nuestro interior. Es obvio que así como somos exigentes con nuestra vivienda, tenemos que responder a las condiciones del Señor Jesús.
¿Cuántos dicen amar a Dios? Cuando preguntamos en una reunión, es difícil que alguien no levante la mano. Sin embargo, cuando terminamos la reunión y atendemos a las personas, nos damos cuenta de que muchas manos que estaban levantadas no correspondían a la verdad. Tal vez incluso existe la intención, pero el Señor Jesús sabe dónde están los que Lo aman de verdad. Tal vez, para nosotros, sea difícil saberlo, pero Él sabe quién ha tenido consideración respecto a Su Palabra y ha tenido cuidado de guardarla.
Aunque no Lo veamos, Él está todo el tiempo viendo lo que estamos haciendo, pensando, qué actitudes tomamos, etc.
Si usted ama al Señor Jesús, entonces su palabra, su comportamiento, sus elecciones y su vida mostrarán a todo el mundo que usted es el domicilio de Dios aquí en la Tierra.