Angustia y ansiedad caracterizan al término del fin de semana o al comienzo del lunes por la mañana. Para completar, “aparecen” algunos síntomas como indigestión, dolores de cabeza y dificultades para dormir (o para levantarse temprano). Solo basta que llegue la noche del domingo para que comience el sufrimiento de muchas mujeres. Si usted se siente identificada con esta situación, puede ser que esté padeciendo del “síndrome del día lunes”.
No es una broma. Este síndrome existe realmente, pero solo por una razón (o varias), ya que para algunas mujeres es común cambiar la noche por el día durante el fin de semana o simplemente para “aprovechar” en realizar todo aquello que no se hizo durante el mismo. El resultado: cuando se dan cuenta, están entregadas al cansancio, porque apenas tuvieron tiempo para descansar. Aún existen aquellas que cultivan la práctica de postergar determinadas actividades “aburridas y exhaustivas”, como organizarse o hacer planes, para la siguiente semana, pero la misma finalmente llega y con ella ¡la desesperación! Otras en cambio, prefieren pasar el fin de semana en el shopping, disfrutando de la compañía de la tarjeta de crédito. Hasta que el resumen llega y con él, el tormento, convirtiendo su lunes en un mal día.
Si usted se identifica con algunas de las situaciones citadas anteriormente (o con todas), sepa que es posible “librarse” de ese sufrimiento. Después de todo, parecería ser gracioso, pero los resultados no lo son. Esto es porque además de impactar en su vida personal puede perjudicar su desempeño profesional, fruto de una desmotivación y dispersión.
Recomienzo
La columnista Patricia Lages sabe sobre el asunto, y enfatiza: “Debemos decidir lo que haremos delante de este síndrome: aceptar los síntomas – ya que finalmente ellos existen – o luchar contra ellos y actuar diferente.”
La segunda elección es lacorrecta receta para que en lugar de tener un tedioso lunes, se tenga una semana productiva, pero para eso, es necesario definir sus metas y mantener una postura firme. Para Patricia, es una cuestión de decisión: “Si tiene que cambiar los planes, cámbielos. Si tiene que rehacer algo rehágalo. Si tiene que reprender a alguien, hágalo, en fin, haga todo lo que tenga que hacer, pero no deje que nada de eso arruine su día. El lunes es el día ideal para comenzar cualquier cosa”, garantiza.
Y antes que el “síndrome del día lunes” aparezca, conviértalo en el “síndrome de la oportunidad”. “Antes de que los problemas se vuelvan tediosos, decida que ellos serán oportunidades para que usted pueda aprender”, concluye la columnista.
Por eso, el día lunes puede ser oportuno para establecer planes y ponerlos en práctica, buscar soluciones y descubrir nuevas chances, en vez de suplicar para quedarse 5 minutos en la cama o no querer salir definitivamente de ella. Lo mejor es abrazar lo que el lunes representa: recomienzo. Un momento sensato para madurar y lidiar con nuevos desafíos.
Colaboró Flavia Francellino.
Basado en el “Síndrome del día Lunes”, del blog bolsablindada.com.br/ de Patricia Lages.
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