Hay muchas personas que son relativamente buenas planificando y poniendo en marcha las cosas… pero que luego nos cuesta horrores terminar, completar, rematar las cosas. Y es esencial, fundamental, vital. De hecho, si tuviera que dar una regla de oro de las tareas —de todas, pero sobre todo de las importantes— sería esta: concéntrate más en terminar que en empezar.
Fíjate en esta frase de David Allen, “La mayoría del estrés que sufre la gente no se debe a la cantidad de cosas que tienen que hacer. Viene de las cosas que han empezado pero no terminado”.
No me pararía en el estrés sino que le añadiría también la ineficacia, la desconcentración, el derroche de energía y un montón de males —malos hábitos— que sufrimos a diario. Una buena parte de nuestra baja productividad personal se debe a que invertimos más energía y tiempo en empezar… que en terminar.
Es como si al “ponernos con una tarea”, internamente, ya tuviéramos la satisfacción de haberla hecho. Hemos acallado nuestra “conciencia productiva” y podemos pasar a la siguiente actividad. Resulta fundamental terminar, completar y rematar definitivamente la tarea que tenemos entre manos antes de abrir otro frente.
Cinco pistas o reglas o ideas para ayudarnos a comprender la repercusión de sobre todo terminar las tareas que tenemos que hacer:
1.La regla del 2. Abrir un nuevo frente —una tarea— antes de terminar la anterior multiplica por dos las complicaciones de tus tareas (y más, si además de ti intervienen otras personas). Bastante difícil son algunas tareas, no te pongas más obstáculos a ti mismo.
2.No caigas en la hiperactividad. La hiperactividad y tener muchos frentes abiertos nos transmite una falsa sensación de Productividad y eficacia. Una vez se desvanece el frenesí de la acción queda lo que en realidad hay: tareas inconclusas, estrés latente y problemas por resolver seguramente se solapen unos sobre otros.
3.Planificar ni es hacer ni terminar. Creo que para ciertas tareas y proyectos resulta esencial planificar. Pero ni las reuniones, ni las pizarras, ni los diagramas hacen y sobre todo terminan las tareas. Aquí, lo importante no es participar, sino terminar.
4.Tareas que producen resultados. Hay que completar cualquier tarea pero las tareas clave, las tareas que de verdad tienen que ver con nuestro trabajo y que de verdad producen resultados tangibles, ésas hay que cerrarlas y concluirlas con toda nuestra energía.
5.Terminar da satisfacción. Creo que debemos pararnos a saborear y reconocer cualquier tarea que hagamos y terminemos. Por pequeña o grande que sea la hemos completado y es momento de decirnos “sí, la he planificado, la he hecho y sobre todo la he terminado”.
De modo que hoy, ahora mismo cuando termines de leer este artículo, pon toda tu pasión, energía y recursos en hacer y sobre todo en terminar la próxima tarea que vayas a hacer. Además de satisfacción y tranquilidad, ayuda muchísimo a dar lo mejor de sí en la siguiente y en la siguiente y en la siguiente.