Un estudio realizado hace cerca de un año por la Universidad de Connecticut, en Estados Unidos, analizó el poder del rechazo y cómo ese comportamiento es entendido por los niños. De acuerdo con el análisis, ser rechazado por los padres afecta la personalidad y el desarrollo del niño hasta la edad adulta, especialmente si el rechazo es por parte del padre.
El agravante es que en cada rechazo sufrido, el niño siente como si le hubiesen pegado un golpe en el estómago. Eso es porque la misma parte del cerebro que se activa al sentir el dolor emocional del rechazo es la misma que se acciona cuando se siente dolor físico. Los niños rechazados son ansiosos e inseguros, y tienden a la hostilidad y a la agresividad en la convivencia familiar y social.
Pero ¿qué debo hacer si mi hijo fue rechazado por su compañero? ¿Cómo lidiar con el niño en una situación así?
Si usted está pasando por este u otro tipo de problema en su familia, participe este domingo a las 9:30 h, en Av. Corrientes 4.070 en Almagro.
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