Esta semana, los profesores Renato y Cristiane Cardoso responden la pregunta de Flavia, que quiere saber cómo debe actuar el hombre cuando tiene que elegir en agradar a la madre o a la esposa. Ellos también comentaron la duda de Mariana, que piensa en volver con el exnovio que la traicionó, solo porque perdió la virginidad con él. ¿Qué deben hacer?
Vea en esta edición de la Escuela del Amor Responde.
Flavia – Me gustaría saber cómo comportame con la situación, cuando un hombre está dividido entre agradar a la madre o a la esposa. ¿Prevalece aquella con quien es una sola carne o aquella a quién debe honrar?
Renato- Para resolver eso, usted necesita entender que, cuando se casa, deja padre y madre, no en el sentido de abandonar, pero porque dejamos de tener una familia primaria con ellos para unirnos a nuestra mujer o nuestro marido y volvernos una sola carne. Así, los padres y hermanos pasan a ser su familia de origen: usted vino de aquella familia, pero ahora formó una nueva y esa es la que debe ser su prioridad. Por su pregunta, Flavia, imagino que no es eso lo que su marido está haciendo, porque, con seguridad, usted se está sintiendo por debajo de la madre.
Cristiane – Es bueno que hablemos al respecto de esa cuestión de honrar a los padres. Muchos piensan que eso es hacer todas sus voluntades y no es tan así. Cuando usted honra a sus padres hace que sientan orgullo de usted, o sea, su vida les trae honra. No quiere decir, necesariamente, que usted los obedeció, pero usted los honró. Hasta hoy intento hacer eso, aún siendo una mujer casada. Pero no quiere decir que voy a dejar de agradar a mi marido para agradar a mis padres. Hasta porque, si tuviese un matrimonio fracasado, dejaría de honrarlos. Usted debe entender eso, pero no está sabiendo lidiar con su marido. No va a conseguir lo que quiere porque use este argumento. Tenemos que tener sabiduría. No es imponiendo esa idea a su marido, que usted logrará lo que quiere. Por lo contrario, va a parecer que usted quiere competir con la madre y no es bueno que compita con la familia del conjugue.
Renato – Existen cosas que usted probablemente no va a tolerar, son inaceptables y tendrá que colocar los pies en el suelo y decir: “Ahora que eres un hombre casado no debes tener más ese comportamiento con tu madre”. Pero esa actitud es solo en relación a las situaciones intolerables. Pero con relación a lo demás, hasta que él entienda que usted es la primera en su vida, tal vez usted tenga que soportar. Si usted hace eso y es una esposa sabia, él aprenderá a admirarla, en vez de estar dividido entre la madre y usted. Esa es una situación cruel para el hombre porque él no quiere desagradar a ninguna de las dos. Cuando la esposa insiste en implicar, reclamar, es difícil para el marido. Tampoco hable mal ni critique a su madre.
Cristiane – A veces, la cuestión es que él quiso agradar a su madre y la esposa se enojó porque él no lo hace por ella. ¿Pero vale la pena un problema en el matrimonio porque su marido quiso agradar a la madre? Son esas cosas pequeñas que le hacen perder puntos con él. Porque, cuando eso sucede, él piensa: ¡Qué mujer mezquina! Y usted tiene que recordar que la madre de él es muy importante para usted, al fin de cuentas, fue ella la que dio a luz a su marido. Usted debe agradarla y respetarla. Es muy importante hablar sobre este tema también con los solteros, ya que parece que muchos eligen un marido o una esposa y no están interesados con la opinión de los padres. Comienzan una vida juntos y recién después de que se casan, comienzan a relacionarse con la familia del otro. Eso no es correcto ni inteligente.
Renato – Cada persona trae consigo rasgos de su familia, comportamientos, principios y usted debe que saber de dónde vino aquella persona. Las personas tienen que conocer la familia de su pareja, de donde procede y no subestimar eso, porque después esas cosas suceden, dentro del matrimonio.
Cristiane – Usted no debe casarse con una persona a la que no le agradan sus padres. El motivo es simple: eso será un problema por el resto de su vida. Las personas tienen que entender que la familia es importante y la persona con quien usted quiere casarse tiene que conocerla y respetarla. Así, usted tendrá un problema menos en el futuro. Parece que en los días de hoy muchos se casan y después saben quién es la familia de la pareja y piensan si les agradaran o no. Así es más difícil.
Renato y Cristiane Cardoso aconsejan que las parejas y solteros participen de la “Terapia del Amor” – una conferencia que realizan todos los jueves a las 20 h, en el Templo de Salomón (Avenida Celso Garcia, 605, en San Pablo) o en una Universal cercana a su domicilio.
Mariana – Tengo 24 años y cuando tenía 21, tuve que doblar mis esfuerzos para terminar los estudios en una ciudad vecina y los fines de semana, cuidar a mi madre que estaba enferma. En ese tiempo conocí a un muchacho en un bar, de mi misma edad, y nos pusimos de novios. Después de una semana, él me contó, que a pesar de ser joven, estuvo casado y tenía una hija de dos años.
Me asuste al principio, pero decidí continuar la relación. Después de la facultad, fui a vivir a una ciudad a 100 kilómetros de distancia de él. Cada vez que iba a visitarlo, me ponía muy celosa, pues él solo le daba atención a su hija. Después de tres años que estuvimos juntos, descubrí que me había traicionado y que lo hizo algunos meses atrás. Termine el noviazgo y mi mundo se desmoronó.
Hoy estoy sola, retomando el camino correcto para no sufrir más. Él dice que se arrepintió y quiere reanudar la relación. Me siento culpable porque fue él a quien me entregué sexualmente y a veces pienso que debo volver con él por causa de eso. ¿Debo volver o es mejor conocer a otra persona?
Renato – Mariana, usted quiere volver con el joven y una de las razones es porque usted perdió la virginidad con él. Pregúntese a usted misma: ¿Eso es una razón plausible para volver? ¿Usted se equivocó? Sí, se equivocó. Yo creo que su necesidad, la indignación por la enfermedad de su madre y el peso de la vida, hicieron que usted se entregue a ese muchacho que encontró en un bar. Esa es una de las consecuencias de entregarse a alguien que no conocía. Y después de todo, él la traicionó. Ahora él dice que cambió, que se arrepintió y que quiere reanudar la relación. Y ¿usted pregunta si debe darle otra oportunidad? Yo le digo: No, no debe darle otra oportunidad. Usted no debe romper su corazón nuevamente, después de haberse equivocado tanto.
Cristiane – Usted no necesita perder más tiempo con esa relación. Mientras que usted piense que él fue su primer hombre, seguirá unida a él. Usted tiene que asumir que se equivocó, pero no tiene que seguir equivocándose.
Renato – Usted tiene que aprender de su error, caminar hacia adelante y curar esa necesidad que la llevó a tirarse en los brazos de él y que la hacía sentir celos de su hija. Es una carencia que usted tiene que curar antes de comenzar otra relación.
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