Los jóvenes que siguen el estilo gótico suelen usar ropa negra , maquillaje oscuro y oyen casi siempre canciones sombrías con letras melancólicas. A pesar de que son parte de un grupo de personas con los mismos gustos, ellos permanecen por mucho tiempo aislados y, generalmente, se alejan de otros grupos.
Pero, ¿qué pueden hacer que permanezcan excluidos y solitarios? Esa fue una de las preguntas que motivaron a los investigadores de la Universidad de Bristol, en Gran Bretaña, a evaluar el vínculo que existe entre adolescentes que forman parte de este movimiento y las señales de la depresión.
Luego de tres años de experimento acompañando a 3.694 jóvenes de 15 años, los investigadores constataron que aquellos que se identificaron como góticos eran más propensos a desarrollar la depresión porque ya habían presentado señales de la enfermedad antes incluso, de los 15 años. Además de eso, en muchos casos fueron apuntados episodios de autoflagelación y bullying en la escuela.
Los investigadores también observaron que los jóvenes que ya se sentían rechazados por su familia o compañeros de escuela eran automáticamente atraídos por el estilo gótico. O sea, cuando se sentían excluidos del medio familiar, de un grupo o de la sociedad, ellos buscaban formar parte de un movimiento en el que pudieran convivir con otras personas que estuvieran viviendo la misma situación.
A pesar de la conclusión, los investigadores indicaron que la mayoría de los adolescentes góticos tenían problemas derivado de la soledad. Pero, a partir de ese estudio, es posible identificar fácilmente las señales de depresión, bullying o autoflagelación entre los adolescentes, para poder estimular el apoyo a ese grupo de riesgo.
Juzgar menos, ayudar más
En el medio familiar, en la escuela o en los grupos en el que están insertados, hay adolescentes que se sienten incomprendidos. En medio de la búsqueda de su identidad, son prisioneros en su mundo particular, temerosos en expresar sus dudas o sentimientos. Por eso terminan corriendo detrás de un estilo alternativo, como el gótico, para representar lo que están viviendo.
Ese distanciamiento, la mayoría de las veces, se vuelve un círculo vicioso que los hace caer en un pozo de melancolía. Esa tristeza puede hacer que terminen adoptando el aislamiento no más como una opción de vida, sino porque están realmente sufriendo.
Es importante que los padres dialoguen con sus hijos que siguen este estilo, demuestren preocupación y busquen entender los motivos que los llevaron a adoptar ese comportamiento. Ellos también necesitan observar si su hijo hace parte del movimiento solo por las características del grupo o porque mantiene señales relacionadas al bullying o a la depresión.
Además de la familia, las personas en general necesitan entender que por detrás de la ropa negra y de las imágenes melancólicas puede estar un adolescente que se siente desamparado, desarrollando señales de algún problema que él no logra o no sabe explicar.
Buscar saber la historia de vida de un joven gótico y colocarse en el lugar del adolescente pueden ser herramientas eficaces para conseguir ayudarlo a superar los problemas por los cuales está pasando, en vez de que haya cualquier condenación a su comportamiento alternativo.
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