“Y acostumbraba hablar el Señor con Moisés cara a cara, como habla un hombre con su amigo. Cuando Moisés regresaba al campamento, su joven ayudante Josué, hijo de Nun, no se apartaba de la tienda” (Éxodo 33.11).
Es raro tener un amigo siempre presente, como Josué lo estaba con Moisés. En esta dedicación de Josué vemos la importancia de ser un amigo sincero y por amor, no por interés propio.
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