Cuando Dios eligió a Débora para liderar a Su pueblo, no estaba preocupado por la diferencia entre el hombre y la mujer, tampoco por la discriminación que sufren las personas del sexo femenino desde que fue cometido el primer pecado.
En aquél tiempo, la mujer tenía una única función social: generar hijos. Yendo más allá de los límites de su propio vientre, Débora se convirtió en “la madre de Israel”. Sus hijos, que sufrían hacía 20 años la opresión impuesta por Jabín, rey de Canaán, no tuvieron fuerzas para dudar frente a la fe de Débora.
Resulta que los israelitas habían actuado mal frente al Señor, pero ya era tiempo de que volvieran a tener paz. Débora era esposa, sí. Cumplía con sus deberes dentro de la casa. Pero su papel más importante era fortalecer a la familia que estaba del lado de afuera de sus paredes. La única mujer en asumir el puesto de juez en Israel, también era profetiza. Y lideró diez mil hombres en la victoria contra el poderoso ejército adversario.
En aquella tierra faltaban hombres valientes que lideraran al pueblo de Dios contra la terrible opresión. Y la fe de Débora fue elegida como camino.
“Tenemos que ser mujeres de guerra, ¡las Déboras de los días actuales! ¡Mujeres que no tienen miedo! ¡Tenemos que tener esa fuerza!”, señala, con firmeza, Cristiane Cardoso a miles de mujeres.
La videoconferencia estuvo destinada a todas las obreras de Brasil y tuvo como objetivo despertar la fuerza y la fe que existen dentro de cada mujer. Cristiane, escritora, conductora, madre de familia y consejera de relaciones, sabe bien lo que es no tener y lo que es tener ese poder despierto en su alma.
“Yo no era audaz, no lograba ver que Dios quería que estuviera al lado de mi marido, no atrás. Yo, por ser insegura, al verme anulada, era celosa y me sentía inferior. No tenía coraje para hacer una reunión. Hablaba con dos personas y ya me sonrojaba, me veía como una persona sin gracia”, destaca.
El matrimonio de Cristiane tuvo una cara mientras vivían esos sentimientos en su corazón y otra cara después de su conversión. En una Campaña de Israel, tímidamente subió al altar y finalmente entregó todo su ser a Dios, con el deseo secreto de hablar con todas las mujeres como una igual, de alcanzar a cada muchacha a través de sus libros.
Un año después, llegaba al público “Mejor que Comprar Zapatos”. Y la anulación de tantos años llegaba a su fin.
“Empecé a tener la fuerza que jamás tuve en mi vida. Vi que Dios estaba conmigo, que yo también podía honrarlo. ¡Cambié! A partir de ese día nunca más fui la Cristiane sin gracia. ¡Tengo el coraje que no tenía antes! Si las mujeres del mundo logran hacer la diferencia, ¿por qué nosotros, que tenemos el Espíritu de Dios, no podemos hacerlo?”
La fuerza de Cristiane es un puente para todas las mujeres que quieren actuar en el nombre de Dios:
“Dios usa los problemas para fortalecernos, cuando no tenemos ese nuevo nacimiento, vivimos el sueño de la muerte. Esos problemas van comiendo nuestra fe hasta no tener más nada. Es necesario renacer.”
Prueba viva
El próximo encuentro con Cristiane tendrá como blanco todas las mujeres del país.
Más que un ejemplo, ella es la prueba de que la fe dentro de una mujer es capaz de realizar obras inigualables.
Tainara dos Santos, que estuvo presente en la reunión, garantiza: “Me di cuenta de que depende de mí ser este referente de Dios, y es lo que Él quiere. Le dije a Dios que no quería más ser débil, sino una mujer fuerte, con coraje. Vi allí una nueva persona naciendo.”
“¡Despierta, Débora, despierta! ¡Despierta!…” Jueces 5:12