La situación de Betty Menacho era un caos, vivía en una situación muy precaria, su familia era muy pobre, pasaban hambre, no tenían para vestirse, andaba descalza y eso le hacía pensar que iba a seguir de esa manera.
“Cuando conocí a mi marido pensé que mi vida iba a cambiar pero nada que ver. Quedé embarazada, pasó el tiempo y mi familia comenzó a rechazarme porque él era alcohólico, decían que era mi culpa. Reaccioné volviéndome muy agresiva, tanto que no me aceptaban en ningún lugar.
Viví en la calle, pasaba frío y hambre, tenía que robar para comer y tenía vicios. Tomaba para soportar estar en la calle, me volví una alcohólica. Era un sufrimiento enorme, buscaba en la basura para comer y darle a mi hija, vivía con miedo de que algo nos pasara a las dos. En la desesperación intenté matarla y suicidarme.
En esos momentos mi marido escuchó la programación de la Universal en una radio vieja a pilas y comenzó a ir a la iglesia, entonces, comencé a participar yo también con él. Al principio venía por venir pero después vi que era verdad que mi vida iba a cambiar. Perseveramos en las reuniones y sacrificamos en la Hoguera Santa cada vez que tuvimos la oportunidad. Como respuesta por parte de Dios sucedió algo extraordinario. Hoy en día tengo una familia bendecida, con mi esposo tenemos una empresa, una fábrica de ropa muy grande, con varios empleados, compramos un departamento y yo me recibí de enfermera”.
Muchas veces estuvo a punto de rendirse, porque pensaba que no había una solución, pero su visión cambió, su mente se renovó y comenzó a luchar, entonces consiguió un empleo, al mismo tiempo que cambiaba su personalidad comenzó a estudiar, a arreglarse más, a cuidar a su esposo y a amar a su hija. “Así es como fui saliendo, perseverando conquisté todo lo que tengo. La última conquista que obtuvimos es una casa hermosa que disfrutamos con mi esposo y mis hijos”, finaliza sonriendo.
¿Usted necesita alcanzar lo extraordinario en su vida? Entonces visite la página oficial de la Hoguera Santa.