“Yo no entiendo lo que pasa adentro de mí. Tengo un buen casamiento, amigos, una situación financiera estable, pero siento un vacío enorme dentro de mi pecho. A pesar de tenerlo todo, nada me completa de verdad. Por favor, dígame: ¿cómo lleno ese vacío?” – Amiga.
Respuesta:
La sed solo viene cuando hay una necesidad y que implica una necesidad física. Así también sucede cuando deseamos alcanzar o concretar un sueño, una realización. Nadie paga el precio si no hubiera necesidad. Mientras no existe esa sed, ella va renegando de su vida.
El problema es que muchos intentan matar la sed con un agua que no sacia y vuelven a tener sed nuevamente.
Muchos tienen sed de casarse, de construir una familia estable, de tener una buena reputación, de ser valorado, entre otras. No está mal desear todo eso, sin embargo, esas conquistas no los realizan completamente.
El problema, amiga, es que su alma siempre la engaña, porque ella siempre busca algo nuevo, una emoción más fuerte: es insaciable. Ella depende de los amigos, de los familiares, del deseo, de ser especial para alguien y nunca le importa ella misma. Y todo eso limita a su espíritu porque pasados los momentos de euforia, de las nuevas conquistas surgirán situaciones en que usted necesitará que su espíritu sea fuerte.
Se casó y no logra constituir una familia equilibrada. Tiene fama, pero su ser está incompleto. Tiene amigos, sin embargo ellos no le traen la paz y la seguridad que necesita. Siempre le falta alguna cosa en el medio. ¿Y quién puede saciar aquella búsqueda incesante por algo más?
Solamente Dios, el “Agua de Vida”. Esa “Agua” es lo que nos hace independientes de la sed del alma – es más – nos hace la misma fuente. Ella es vida y trae esa misma vida para todos los que están a su alrededor.
“… mas el que bebiere del agua que yo le daré, no tendrá sed jamás; sino que el agua que yo le daré será en él una fuente de agua que salte para vida eterna.”, (Juan 4:14).
¿Usted quiere? Entonces tenga sed de aquello que será eterno y que satisfará su alma y su espíritu.
(*) Respuesta retirada del blog de Viviane Freitas.