Ya debe haber oído que existen varias diferencias entre hombres y mujeres. Incluso hay innumerables investigaciones que abordan el tema. Para algunos especialistas, las diferencias se explican genéticamente, para otros, existen varios factores que intervienen, principalmente los que se refieren al comportamiento. Mientras el hombre es, en general, más frío, la mujer, es más emotiva.
Las diferencias entre el hombre y la mujer se reflejan en la vida de a dos y se vuelven mucho más visibles y se acentúan más, incluso, cuando hay una crisis en la pareja. Mientras que la mujer, por lo general, es la primera en buscar ayuda, el hombre parece ignorar totalmente el problema. El resultado es obvio: una pelea. Y, aun así, el hombre no quiere continuar con el tema. Enseguida dice que no tiene tiempo para pequeñas discusiones.
En el punto
Ahora, llegamos exactamente al punto. El hombre es más cerrado y, con frecuencia, no logra seguir adelante, porque es muy orgulloso para pedir ayuda. Pero, si realmente tiene un problema, pide ayuda. Puede que no sea un pedido de socorro muy claro, pero, la mayoría de las veces, el hombre llama a ese amigo más cercano para conversar con él. Esto es un hecho. Note la importancia y la responsabilidad que ese amigo tiene. Después de todo, además de escuchar a un amigo que está con algún problema conyugal, el amigo oyente, tendrá que dar buenos consejos.
¿Qué hacer para poder ayudar?
Trate de imaginarse en el lugar de la otra persona. Si usted ya estuvo en una situación similar, piense sobre lo que usted ha aprendido. Imagínese que está dándose un consejo a sí mismo para las circunstancias únicas que la otra persona está enfrentando. Piense también en los efectos de su consejo a corto y largo plazo. Es bueno considerar los pros y los contras. Muchas decisiones son generalmente importantes a causa de sus futuros efectos.
Si usted no se siente calificado para dar consejos sobre algo, sea honesto. Su objetivo no debe ser el de guiar ciegamente a una persona, sino el de ayudarla a que tome una buena decisión, por lo tanto, no dé consejos que usted mismo no seguiría. Otro detalle importante es escuchar con atención a la persona que le está pidiendo un consejo. Busque conocer lo máximo posible lo que le está sucediendo. Si tiene dudas, pregunte. Ser un oyente activo le ayudará a dar un buen consejo y también aumentará las posibilidades de que la persona siga lo que usted le diga.
Usted debe comprender también que muchas veces, dar consejos, implica la resolución de situaciones y sentimientos encontrados y varios asuntos que requieren sensibilidad y consideración. Por eso, tenga cuidado sobre lo que dirá. Busque elegir las palabras adecuadas para aconsejar. A veces, no hay una respuesta corta y certera para un problema. En este caso, trate de ayudar a la persona a reflexionar sobre todas sus alternativas para que ella llegue a una conclusión junto a usted o por cuenta propia. De esta manera, usted estará actuando con responsabilidad y, con certeza, logrará ayudar a su amigo.
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Debido al orgullo masculino, muchos hombres no piden ayuda. Siempre que se dé cuenta de que un amigo está en dificultades, busque ayudarlo. Vea otros desafíos ingresando aquí.
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