Después de una decepción amorosa, muchas mujeres exponen lo sucedido a un innumerable número de personas, lo que genera comentarios desagradables y especulaciones sobre la relación. Incluso cuando hay solo una sospecha de traición o mentira, esparcen los problemas como una forma de castigar al marido o porque son inseguras.
Ella fue discreta
Es necesario tener cautela para saber lo que es adecuado compartir y con quien conversar, como explica la psicoanalista Taty Ades. “Ese es un momento de desahogo que se hace con personas íntimas y confiables. Nos cabe a nosotros escoger los amigos correctos para compartir nuestras sospechas y dolores”, explica.
Fue lo que hizo Stalline da Silva Rocha, de 27 años, (Foto de al lado) al sospechar la traición de su ex marido. “Muchas personas me tiraban indirectas, diciéndome que él me estaba traicionando. Yo recibía mensajes en el Facebook y llamadas. Algunas decían que me quede callada, otros me decían que le haga lo mismo. Pero mi madre siempre estuvo a mi lado dándome fuerzas y una amiga que acompaño todo desde el inicio me dio consejos sorprendentes de cómo actuar”, afirma.
A pesar del dolor y de la vergüenza, Stalline entendió que necesitaba superar todo con la cabeza erguida y actuar discretamente. “Nunca rompí el celular de él contra la pared, como muchas mujeres hacen. Le preparaba la comida, le lavaba la ropa y también planchaba, aunque me sentía destruida. Nunca intenté hacerle ningún mal, porque todo lo que plantemos cosecharemos en el futuro”, comenta.
Cuando confirmó que él realmente quería mantener la relación con otra mujer, Stalline decidió separarse. “Yo hasta lo perdone, ya que, la Biblia nos enseña que debemos perdonar”, cuenta.
En vez de estar esparciendo el dolor de la separación a terceros, ella comenzó a cuidar más de sí misma y a buscar a Dios. “Comencé a dedicarme más a las actividades de la Universal, pasé a cuidarme más, a salir a pasear y volví a darle más atención a mis padres y a mi hermano. Nunca lo culpé a Dios por lo sucedido, pues yo había hecho mi elección”, relata.
Entre cuatro paredes
La esposa tiene que filtrar los comentarios que recibe cuando las personas pasan a interferir en la relación, como orienta la psicóloga Marisa Carelli. “Cuando tiene dudas, es necesario tener cuidado con lo que viene de afuera, porque algo puede ser tan real o un simple chismerío que viene solo para destruir su relación”, aconseja.
Ella afirma que debe hablar del tema con su marido, exponiendo sus miedos y sus dudas. “No lo acuse, sino converse sobre lo que está sucediendo y escuche lo que él dirá. Ya que, usted está en un matrimonio, eligieron vivir juntos, lo que significa que necesitan enfrentar el problema juntos.”
Cuando alguien intente entrometerse, lo mejor que hay que hacer es no darles satisfacción, principalmente cuando la historia no está confirmada. ” Si hay chismeríos durante la sospecha, la mujer debe pensar: “yo escucho y no me apodero de lo que se dijo”. Si ella no puede hablar profundamente, solo debe observar”, dice la psicóloga.
Si las sospechas se confirman, no tome actitudes que hagan con que la noticia se convierta en una bola de nieve. Además de que eso es “lavar la ropa sucia”, la decepción será mayor.
Frente a las sospechas, converse primero con su marido y actúe con discreción. Pero no se olvide que, antes de cualquier situación de sospecha, lo más importante es que usted se sepa valorar.
¿Qué hacer delante de una sospecha o traición?
No sienta vergüenza, levante la cabeza y siga adelante.
En el caso de que la traición se confirme, hable sobre el tema antes de que las personas comenten, para no provocar más curiosidad.
Filtre los consejos y piense bien con quien va a desahogarse.
Hable solamente con quien ya se mostro interesado en otras ocasiones y huya de los oportunistas.
Converse con su marido de forma madura.
No demuestre desesperación públicamente ni se vengue.
No se haga la víctima.
Evite llorar con todos los que se encuentra.
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