Sin la dirección del Espíritu Santo, las personas están irremediablemente perdidas. Incluso aquel que ya fue sellado por Él, en diversos momentos, queda perdido delante de algunas decisiones, si no recurre a la dirección de Dios, porque Él es Quien siempre muestra el camino correcto.
Sin el Espíritu Santo es imposible vivir en este mundo. Y esto no es una exageración, ya que el mundo se ha vuelto sofocante. Notamos que nadie tiene paz, sosiego o alegría, y que el ser humano ha sido afligido por enfermedades, desastres ecológicos, políticos maléficos, guerras y todo lo malo que ha sucedido. Frente a ese panorama, solamente Dios puede sustentar a quienes confían en Él y tienen el Espíritu Santo, porque Él es Quien testifica que somos hijos del Creador y nos da la garantía de que el Padre está con nosotros, incluso en medio de los momentos difíciles y los problemas.
Tal vez seas esa persona que está afligida o herida debido a una situación y te ves perdido por no saber qué hacer. Sin embargo, el Espíritu Santo te habla, aunque no hayas sido bautizado con Él. Él es responsable por convencernos del pecado y de lo que es justo. Entonces, que el Espíritu de Dios pueda acceder a vos y convencerte al respecto de lo que debés hacer, porque el Padre está listo para atender a todos los que recurren a Él con sinceridad. No es necesario que lo merezcas para que recibas el perdón, pero, si ponés en práctica tu fe, por más pequeña que esta sea, será suficiente para que seas merecedor de la atención Divina.
Reaccioná frente a todo lo que sufriste y pedile ayuda a Dios sobre lo que tenés que hacer. Él te atenderá a causa de tu fe.
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