A pesar de ser abstracta, la fe es un arma de ataque y de defensa. Para ser materializada en beneficios, la fe depende de la actitud y del coraje para sacrificar por lo que se cree.
La duda es suficiente para terminar con el coraje y hacer que se desista de un objetivo. Un mínimo de duda en el mercado financiero es suficiente para derrumbar la Bolsa de Valores. Un rumor que genera dudas sobre un determinado producto puede ser suficiente para hacer que deje de existir.
¿Existe algún gobierno que ignore completamente su índice de popularidad? ¿El agricultor deja de creer en las condiciones climáticas y en la calidad de la tierra para sembrar?
Todo depende de la fe, sea natural o sobrenatural, crea o no en Dios, la fe está presente en la vida de todo ser humano. La fe está relacionada con el amor, la salud, la familia, los negocios, etcétera. Lo único con lo que la fe no está relacionada es con la religión.
Cuando erróneamente se relaciona la fe con la religión, estamos hablando de fe natural y esta no tiene nada que ver con la fe bíblica. La fe sobrenatural es la bíblica, la que se guía por el intelecto.
La fe religiosa es una fe emocional, es fruto de los que es natural en el ser humano, porque las personas creen en lo que ven, en lo que tocan y en lo que sienten. El Autor de la fe inteligente dice; “Mas el justo vivirá por fe…”, (Hebreos 10:38).
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