La internet es un territorio en el que cualquier persona puede divulgar lo que quiera, ¿no es cierto? Lamentablemente, sí. Son muchos los que esparcen perversiones, maldad y discordia por la web. Por eso, algunas empresas digitales contratan moderadores: personas que ven lo que es apropiado o no, de acuerdo con el reglamento de un sitio, plataforma o red social y, según el caso, lo eliminan.
A veces, el contenido (videos, audios, textos o fotos) es tan pesado y contrario a las leyes que genera un peligro para la salud mental del que lo ve. Los especialistas comparan los efectos colaterales ocasionados a los que lo manejan, con los que sufren los excombatientes que vieron horrores en las guerras.
Hace poco, un moderador fue el personaje de varios encabezados. Shawn Speagle, un joven de Florida, en Estados Unidos, trabajó en una empresa tercerizada que le presta servicios de moderación a Facebook. Quien mira al muchacho, no se imagina que su sobrepeso es una consecuencia de lo que su mente sufrió después de algunos meses viendo atrocidades en los perfiles de la red social.
En uno de los primeros videos, Shawn vio a dos adolescentes que torturaban a una iguana hasta matarla, mientras sentían placer en el sufrimiento del reptil, que “gritaba” hasta morir. En otro, unos jóvenes pusieron fuegos artificiales en la boca de un perro y los encendieron.
Shawn mencionó en una entrevista para la red británica BBC que miró hasta videos de canibalismo e incitación al terrorismo. Se han reportado imágenes reales de suicidios, violaciones, homicidios y discursos de odio.
El joven dijo que la empresa en la cual trabajó no ofrece el apoyo psicológico necesario, por lo que él buscó por su propia cuenta y hoy toma medicamentos controlados para intentar mejorar una situación que, además de haberle causado sobrepeso, le quita el sueño y le genera crisis de llanto, miedo para conducir y terror nocturno. “Estas cosas realmente te afectan”, contó, y dice que se lamenta por haber visto tanto sufrimiento sin poder hacer nada para impedirlo.
¿Qué clase de contenido usted consume?
De la misma forma que los buenos contenidos edifican y engrandecen a los que los consumen, lo mismo ocurre con los malos y negativos. Shawn es un ejemplo. Por eso, rodéese de libros, sitios, blogs y plataformas virtuales que puedan agregar buenos valores y hacer que usted, querido lector, sea una persona mejor. Recuerde esto siempre.
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