Alan es una de las tantas personas que llegó al tratamiento Los Vicios Tienen Cura con la vida deshecha a causa de las adicciones. “Estaba en el vicio del alcohol, el cigarrillo y la marihuana”, señala y enumera los problemas que esto le traía: “Me sentía perturbado, no podía dormir, tenía conflictos en mi familia, con mi esposa, todos los días teníamos peleas y discusiones”.
Frente a este panorama, incluso había pensado en el suicidio: “No quería saber nada más de la vida. Mi esposa me había engañado y, cuando lo supe, quise acabar con todo”.
Ante esta situación, sus allegados lo invitaban a participar de las reuniones de la Iglesia Universal, pero él se negaba a asistir. “Tenía preconceptos acerca de ese lugar porque escuchaba a mis familiares que siempre lo criticaban. Me habían invitado muchas veces, pero no quería saber nada con ir”, asegura.
Sin embargo, un día, comenzó a asistir. Alan recuerda: “Empecé a escuchar la Palabra de Dios, aunque no entendía mucho, a poner en práctica lo que se hablaba y, de a poco, se inició la transformación. Fue un proceso mediante el cual pude cambiar de vida y abandonar los vicios”.
“Hoy ya no consumo, con mi esposa estamos muy bien, tenemos diálogo, hay paz en mi casa, algo que antes no había. Dios cambió mi vida, transformó mi familia, tengo mi casa y un trabajo independiente. Lo mejor fue recibir el Espíritu Santo que me da paz”.
Él asiste a la Iglesia Universal ubicada en Av. Zapiola 1359, Bernal, Bs. As.
Para ponerles fin a los vicios, iniciá el tratamiento gratuito, el domingo a las 15 h en Av. Corrientes 4070 – Almagro.
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