Para los terroristas del Estado Islámico, los cristianos son considerados “pecadores” y por eso deben pagar con la propia vida. Por donde pasan, los soldados yihadistas (como son conocidos) destruyen todo, incluyendo casas y barrios enteros. Cuando reciben noticias de que se acerca el grupo, los cristianos se anticipan y abandonan todo lo que poseen para huir. Ni los niños son resguardados por los extremistas – el Estado Islámico los ha decapitado.
Al ver ese escenarios, el billonario George Weidenfeld (foto de al lado), de 95 años, dueño de la editora Weidenfeld & Nicolson, decidió invertir recursos en el rescate de cristianos que están amenazados con el avance del Estado Islámico. La meta inicial prevé rescatar más de 2 mil personas, además de ayudarlas financieramente durante el periodo de 12 a 18 meses para que ellas se establezcan.
Una retribución
Weidenfeld explica que su motivación en emprender esa acción de ayuda a los cristianos oprimidos viene del intento de retribuir la ayuda que él mismo recibió de cristianos británicos cuando aún era joven.
En 1938, Weidenfeld vivía en Australia y momentos antes de que la Segunda Guerra Mundial comience intensivamente en Europa, él fue socorrido, escapando de los horrores que los nazistas promovían contra los judíos. Después de eso, el empresario pasó a vivir en Inglaterra. Hasta el momento, ya fueron rescatados 150 cristianos de Siria.
Amor al próximo
Del otro lado del planeta, gran parte de las personas no logra imaginarse el riesgo del peligro inminente que esos cristianos viven en lugares como Siria. Las opciones son: o la fuga o la muerte. Es un sufrimiento terrible. Por eso, es importante que reflexionemos sobre los motivos que llevaron a Weidenfeld a ayudarlos. Como él también fue perseguido en el pasado y tenía la vida pendiendo de un hilo, logra percibir el dolor de los cristianos que están en las manos del Estado Islámico.
Tal vez usted no ha observado el dolor de las personas a su alrededor. La cantidad de personas que sufren en la sociedad es numerosa. Son vidas esclavizadas por el hambre, por la miseria, por los problemas de salud y por la ceguera espiritual. Por eso, no pierda tiempo con la tristeza, no dé la espalda a aquellos que están sufriendo. No coloque las personas hacia abajo. Ofrezca una palabra de ánimo y ayuda. La Biblia orienta: “soportándoos unos a otros, y perdonándoos unos a otros si alguno tuviere queja contra otro. De la manera que Cristo os perdonó, así también hacedlo vosotros.” Colosenses 3:13
Si usted está enfrentado algún problema, acérquese a la Universal más cercana a su hogar. Usted recibirá una orientación espiritual.
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