«Y un hombre llamado Zaqueo, que era jefe de los recaudadores de impuestos y era rico,
trataba de ver quién era Jesús; pero no podía a causa de la multitud, ya que él era de pequeña estatura. Y corriendo delante, se subió a un sicómoro para verle, porque Jesús estaba a punto de pasar por allí. Cuando Jesús llegó al lugar, miró hacia arriba y le dijo: ZAQUEO, DATE PRISA Y DESCIENDE, porque hoy debo quedarme en tu casa». Lucas 19:2-5