Frente a una jornada diaria de trabajo igual o mayor a la de muchos hombres, el talento femenino, en cualquier área de actuación profesional, es cada día más evidente. Pero eso les ha costado un alto precio a las mujeres. Tener que lidiar con las propias inseguridades; el dilema entre dejar a los hijos a los cuidados de otra persona mientras trabaja; los desafíos de mantener una relación sentimental aun teniendo tanta independencia.
Por eso, el tema abordado en la reunión de septiembre del Godllywood – realizada por el obispo Edir Macedo y con trasmisión para todo Brasil – fue exactamente sobre la fuerza que se encuentra en la esencia de una mujer y su aparente fragilidad.
El pasaje bíblico usado para ilustrar el encuentro fue uno de los más conocidos, pero que parece pasar desapercibido:
La mujer sabia edifica su casa; mas la necia con sus manos la derriba. Proverbios 14:1
Muchas mujeres piensan que lo que hará la diferencia en sus vidas será su grado de instrucción, su apariencia, el éxito profesional, pero todas esas cosas son vulnerables. Lo que realmente hace la diferencia en la vida de una mujer es la sabiduría que ella posee. Pero vea que la sabiduría y la inteligencia son cosas diferentes. Sabiduría es saber mantener sus emociones bajo control, a fin de tomar las mejores decisiones en beneficio propio y en el de los demás también. “Siendo sabia, usted es poderosa”, destacó el obispo.
Entre las miles de mujeres que participaron en la reunión mensual, muchas relataron cuán especial y transformador fue el mensaje, como lo muestra el comentario hecho por Ana Lima:
“¡Fue una experiencia sin igual! Oír la opinión de un hombre con el bagaje y el ejemplo que el obispo tiene, distinguiendo el modo de ser de nosotras las mujeres, trasmitiéndonos un punto de vista que, en nuestra mayoría, no tenemos por pensar de manera diferente. A fin de cuentas, como existe una distinción entre los sexos, nosotras las mujeres somos realmente más emoción y sentimientos, y por eso dejamos escapar la realidad y la razón (un poco) de nuestras manos. Lidiamos y encaramos las situaciones sin prestar atención y sin poner en práctica los consejos que Dios ya nos dio.
Cuando el obispo hizo la comparación de cómo acertar al hacer una buena elección, comparando a los hombres con nuestro padre, o con la referencia que tuvimos de padre, aquello me abrió los ojos, pues es la más pura verdad. Buscamos el reflejo de ellos, y nunca lo había pensado así. Además de eso, y lo más importante, es cómo debemos observar la relación de este hombre con Dios, su familia, y específicamente su madre.
¡Fue una dirección tan impresionante que hablaría sobre la misma, y me faltaría espacio para terminar de resumir! Y, con certeza, la ética y el origen de la disciplina de Dios no se encuadra con la actual, porque la evolución y el progreso no fueron exactamente evolucionar y progresar, sino lo opuesto. Por más oportunidades de tenerlo en nuestras reuniones, Dios lo bendiga y bendiga esta obra que no es de hombres, sino de Dios y para Dios.”
¿Quiere saber más sobre lo que fue dicho en este encuentro? Esta reunión ya está disponible en Univer. Ingrese univerparacrer.com y sepa cómo tener acceso no solo a este encuentro, sino a un contenido cristiano exclusivo para la edificación de su fe.
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