*No priorizar las necesidades básicas. Es necesario ser disciplinado en la administración del dinero que entra y del que sale. Priorizar las necesidades básicas es importante, tener al día los servicios y las cuentas pagadas no significa que puede saturar sus gastos.
*No establecer metas. El comienzo del año es el momento ideal para delinear proyectos. Para ello es importante establecer cuáles son las metas a alcanzar y el tiempo estimado en que se pretende realizarlas. Es una manera de mantenerse estimulado frente a las dificultades. Cada objetivo logrado será una inyección de energía que lo impulsará a ir por más.
*No tener en cuenta el presupuesto con el que se cuenta. A partir del dinero que recibe, debe hacer el cálculo para tener en cuenta cuáles serán los gastos. El gasto sin cálculo puede generar problemas a futuro.
*No hacer previsiones. No tener en cuenta el hecho de que podrían aparecer gastos extras es uno de los errores más comunes. A partir del presupuesto se tiene que hacer lo posible por tener dinero disponible para poder afrontar imprevistos.
*El uso inapropiado del crédito. Para poder utilizar las tarjetas de crédito, es necesario un plan de gastos para saber exactamente cuánto dinero demandará del presupuesto. Si se usa de forma indiscriminada devendrá en un desbalance del presupuesto.
Ellas progresaron
América: “Antes de conocer el Congreso para el Progreso mi vida era de miseria y privaciones. Teníamos una casa de techo de cartón, sin baño, en la que vivía con mi mamá y mis tres hermanos. Yo me sentía incapaz de ser una profesional y no tenía condiciones para estudiar.
Cuando empecé a participar de las reuniones del Congreso todo cambió completamente, aprendimos a usar la fe y gracias a Dios conquistamos un supermercado y una casa. Yo pude estudiar y hoy soy enfermera profesional”.
Estela: “Mi vida era un desastre. Vivíamos con los justo, trabajábamos pero no nos alcanzaba el dinero. Empezamos a tener deudas y eso traía peleas. Mi marido se quedó sin trabajo y nos tuvo que mantener mi suegra, fue humillante, así estuvimos durante 8 años y llegamos a separarnos. En el Congreso para el Progreso aprendí a confiar en mí misma. Hoy mi marido y yo tenemos un buen trabajo. Además, cobramos un juicio que estaba trabado y compramos una moto y un auto”.
Congreso para el progreso, todos los lunes a las 8, 10, 16 y especialmente a las 20 h en Av. Corrientes 4070, Almagro.
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