El 80% de los padres encuestados opinan que la mascota ha hecho a sus hijos felices y más sociables
Tener una mascota en casa puede beneficiar tanto a los niños como a las familias en diferentes aspectos, pero también puede conllevar ciertos riesgos, como alergias o infecciones. Toma nota de las claves para disfrutar al máximo de la convivencia con un animal de compañía.
La mayoría de los niños, a la hora de escoger un animal de compañía, prefieren en primer lugar los perros, después lo gatitos y en tercer lugar mascotas como los hámsteres, las tortugas o los peces. Este orden de preferencia responde a la compañía y a las posibilidades de compartir sus juegos con perros y gatos, que en muchas ocasiones llegan a convertirse en los mejores amigos del niño.
Pero, son muchos los aspectos que debemos tener en cuenta a la hora de elegir un animal de compañía. En primer lugar debemos ser conscientes del tiempo disponible para su cuidado, así como del espacio que hay en casa para el animal. Son seres que van a depender tanto física como afectivamente de nosotros. Si se trata de un cachorro, necesitaremos más tiempo y paciencia para que aprenda cuál es su lugar en el nuevo grupo y el significado de nuestras órdenes. Si no nos vemos capaces de educar al cachorro adecuadamente o no tenemos la paciencia o el tiempo suficiente, lo mejor es dejarnos ayudar por profesionales.
También es importante pensar qué vamos a hacer durante las vacaciones, si tenemos la posibilidad de llevarlo con nosotros, o de que alguien lo cuide mientras estamos fuera. Un animal no es un capricho pasajero, ni un juguete para los niños; son seres vivos que necesitan que les alimenten, les bañen, les cuiden, y les quieran. Otro aspecto importante son las circunstancias personales de cada uno, una mascota no sólo implica tiempo, sino también cierto desembolso económico en alimentación, veterinario, peluquería…
Los padres son los responsables de enseñar a sus hijos cómo tratar a los animales
Después de sopesar todos estos temas, debemos preparar a los niños sobre lo que va a suponer la llegada del animal a casa. Hay que hacerles comprender que no es un juguete más que pueda dejar de lado cuando se canse o aburra. Es muy positivo que les leamos libros sobre el cuidado de los animales y sus necesidades y, sobre todo, que lleguemos a un acuerdo respecto a las tareas del niño con la mascota. Sin olvidar la edad y madurez de nuestros hijos, que los responsables finales son los padres, y que siempre debemos supervisar a los niños mientras están cuidando o jugando con sus nuevos amigos “peludos”.
¿Qué beneficios aporta tener una mascota en casa?
Numerosos estudios señalan que los niños que crecen junto a una mascota desarrollan un mayor sentido de la responsabilidad al descubrir cómo el animal necesita de su atención y de sus cuidados; lo que además potenciará su capacidad de empatía y compasión. Muchos adquieren una mayor autoestima como consecuencia de su relación con el animal. Por otra parte, los niños con mascotas observan conductas biológicas que enriquecen su conocimiento del mundo animal y su entendimiento de lo necesaria que es la adaptación a realidades diferentes que luego se extenderá a futuras relaciones interpersonales.
Asimismo, las familias con mascotas pasan más tiempo juntas, interactuando con sus animales de compañía, realizando actividades, ya sean de juego o de cuidado. Los niños potencian su desarrollo del lenguaje mientras hablan con el animal y favorecen su capacidad de lenguaje no verbal al observar comportamientos que conllevan significados concretos.
Sin olvidar el foco de cariño mutuo hacia el animal, especialmente si se trata de los perros o los gatos que, por lo general, siempre están cerca de sus amos, acompañando a los niños en sus juegos.
El 80% de los padres encuestados opinan que la mascota ha hecho a sus hijos felices y más sociables.