El Barrio Judío sufrió graves daños en la guerra árabe-israelí de 1948 y, durante el dominio jordano, no fue reconstruido. La recuperación solo llegó con la Guerra de los Seis Días y la victoria de Israel. Junto a esta, tuvo lugar una extensa recuperación, lo que requirió excavaciones detalladas, que tuvieron como consecuencia un sinnúmero de descubrimientos arqueológicos.
Uno de esos hallazgos fue el antiguo Muro de Ezequías, cuyas bases tenían 7 metros de ancho por 65 de extensión. Sobre esas bases se encontró el antiguo muro, parte de la fortificación construida por el rey de Judá que le da nombre (ilustración), en el siglo 8 antes de Cristo (a.C.), para proteger la ciudad de los ataques asirios de Senaquerib.
Gran parte de la muralla antigua pasa, actualmente, por debajo de sus calles y casas, pero una parte quedó expuesta al público (como puede verse en el cuadro interactivo de Google Street View.
Cerca del muro, hay ruinas de las casas del mismo período, demolidas para la construcción de la muralla, como está descripto en Isaías 22:10. La estructura también es citada en Nehemías 3:8, donde se refiere a esta como “el muro ancho”, como más se lo conoce en inglés (“Broad Wall”).