¿QUIÉN QUIERE PAZ? Respuesta obvia. Pero no tan obvia, es que no se llega a la paz sin perdón.
Mientras no entendamos que fallamos con otros y que necesitamos perdón; y que también necesitamos perdonarlos cuando fallan con nosotros, la paz será imposible. Sea en su interior, en el matrimonio, en la familia, en la sociedad o en el mundo.
Sin perdón, nunca habrá paz.
Sí, el perdón es una decisión, muy inteligente, dicho sea de paso. Si usted está esperando sentir ganas de perdonar, esas ganas probablemente nunca surgirán. Piense. Decida. Actúe.
Extraído Blog Obispo Renato Cardoso
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