Obispo Macedo (BM)
La fe en el Señor Jesús no combina con los fracasos, y la convicción en relación a Sus promesas es tan profunda que ni la propia muerte es capaz de quitarla. Quien tiene fe lucha para ser más que vencedor.
Si tenemos fe en Dios, todo será posible. ¿Cómo? Actuando del mismo modo que los hijos de Israel, teniendo las mismas actitudes que ellos tuvieron. Así, aquél que cree en el Dios de Abram, definitivamente, no acepta vivir de forma inferior a lo que fue prometido por Él en las Escrituras Sagradas. Esa es la propuesta de la Hoguera Santa.
¿Para quién es la propuesta de la Hoguera Santa?
BM:
El sacrificio de la Hoguera Santa no es para aventureros, ni para intentar una mejora de vida, sino, para quien está dispuesto a sacrificar. El Señor Jesús dio Su vida por nosotros; si queremos conquistar la plenitud que Él nos ofrece, entonces, de la misma forma, tendremos que sacrificar nuestra vida. Moisés tuvo que huir de Egipto y se abrigó en Madián. Al llegar a la casa de Jetro, su suegro, no tenía nada que ofrecer, sólo a él mismo. Pero fue justamente de ese “hombre que no tenía nada”, fugitivo, solitario, “sin un duro”, que Dios hizo un líder, un legislador, un profeta, un liberador y un salvador para la nación de Israel. Por tanto, la propuesta de la Hoguera Santa es para aquellos que quieren subir al Altar a entregar sus vidas como sacrificio.
Esos, ciertamente, serán bendecidos.
¿Cuándo podemos decir que sacrificamos verdaderamente?
BM:
Cuando el sacrificio duele profundamente, llegando a sentirnos solos, sin nadie para compartir la angustia que lo antecede. El sacrificio legítimo hace con que vivamos totalmente en la dependencia de Dios; y apenas sacrifica enteramente quien realmente cree en las promesas guardadas en Su Palabra. Esto es porque sacrificar significa más que colocar una cantidad de dinero en el Altar; es renunciar a uno mismo para hacer la voluntad del Altísimo.
¿Por qué no debemos hacer cualquier sacrificio?
BM:
En la Hoguera Santa, usamos nuestra fe para llamar la atención de Dios. Por esa razón, no puede ser ofrecido al Señor cualquier cosa. Tiene que ser algo especial, que represente un sacrificio especial. Pero no todos tienen la misma fe. Mire bien: mientras algunas personas tienen fe para comer carne, otras tienen para comer legumbres. Del mismo modo, podemos decir que la condición de uno no es la misma para todos. Lo poco para uno, puede ser mucho para otro, constituyendo así, el verdadero sacrificio. Como dice el pasaje bíblico: “Y llegó una viuda pobre y echó dos pequeñas monedas… En verdad os digo, que esta viuda pobre echó más que todos los contribuyentes al tesoro” (Marcos 12:42,43). De esta forma, no existe sacrificio de mucho o de poco; hay el sacrificio de cada uno. Además, la actitud de sacrificar o no depende exclusivamente de la fe individual.
¿Qué hacer después de participar en el propósito de fe?
BM:
Mantener la fe en Dios y esperar Su acción sin dudar o murmurar. Usted puede tener certeza de que el milagro llegará. La simiente fue plantada, ahora hay que perseverar y cuidar para no perder la visión. Muchas veces, el milagro no acontece de inmediato, depende de la fe. No son pocas las personas que se enfrían, esperan un toque mágico, olvidándose de que Dios no es mago.
¿Qué representa el Monte Sinaí para el pueblo de Dios?
BM:
Dios escogió el Sinaí para servir de referencia para todos los pueblos que creen que hay un Dios vivo, que Se preocupa por los humildes y los despreciados. El Monte Sinaí fue una señal de Él para el pueblo esclavizado del pasado y ¡continúa siendo una señal para las personas que lo exploran!
El Sinaí representa el pueblo excluido, abandonado, injusticiado e ignorado por los hombres. Hoy, en relación al pueblo esclavo de Israel, que no conocía el Monte de Dios, estamos en ventaja, pues tenemos imágenes del Monte Sinaí, además de información sobre él. Todos podemos verlo en fotos o vídeos y continúa allí, intacto, como referencia del poder divino.
En ese mismo lugar, aquellos que creen verán las maravillas de Dios en su vida. ¡Y el Señor Jesús garantiza que esas señales son apenas para los que creen!
¿Por qué obispos y pastores de todo el mundo suben al Sinaí?
BM:
Lo hacen para clamar a Dios por respuestas a los pedidos de los fieles. Al llevar al pueblo al sacrificio, también nosotros sacrificamos. Exponemos nuestra vida, nos quedamos días fuera de casa, sin dormir, sacrificamos nuestro cuerpo para clamar por los necesitados. Así, durante todos estos años de campaña de la Hoguera Santa, primeramente, participamos del sacrificio como el pueblo y, después, hacemos el sacrificio de subir al Sinaí.
¿El hecho de sacrificar garantiza la salvación?
BM:
No. Usted podrá obtener muchas bendiciones por medio del sacrificio. Sin embargo, la salvación eterna sólo ocurre cuando alguien reconoce verdaderamente a Jesús como Señor de su vida. Además de eso, es necesario que la persona persevere, luche y vigile para permanecer en la gracia divina. Solamente aquellos que siguen al Señor Jesús tienen garantizada la salvación eterna.