“Así pues, no seáis necios, sino entended cuál es la voluntad del Señor”. Efesios 5:17
7.º “No seáis necios” o insensatos: la decisión de ser necios o sabios es nuestra, de cada uno. Los necios no son los que no tienen una formación académica o universitaria, sino los que no aceptan ni practican las enseñanzas inteligentes del Señor Jesús.
Lamentablemente, los que tienen algún tipo de formación en este mundo se vuelven aun más resistentes a las enseñanzas del Señor Jesús, porque piensan equivocadamente que saben más que los demás y terminan siendo víctimas de la soberbia.
*Atención, la formación y los estudios son importantes, incluso son relevantes en la sociedad, sin embargo, el peligro no es la formación, sino la soberbia de los formados.
8.º “Sino entended”: Cuando queremos agradar a alguien que amamos, consideramos y admiramos, y a quien le estamos agradecidos, enseguida buscamos saber y entender lo que le agrada. Eso es lo que el Espíritu Santo espera de cada uno de nosotros, que busquemos con humildad de espíritu entender la voluntad de Dios por medio de Su Palabra, aplicándola a diario en nuestra vida.
De esta manera, maduramos y nos volvemos sabios a los ojos de Dios y de los demás, porque adquirimos discernimiento espiritual. Aprendemos a pensar, a comunicarnos mejor y a convivir tanto con los que son de la fe como con los que no lo son, reaccionando de manera adecuada ante las circunstancias, sean favorables o desfavorables.
Este versículo nos revela que los insensatos, los que no quieren pensar en las consecuencias de sus prioridades, decisiones y reacciones, son los que hacen su propia voluntad; consecuentemente, no maduran como seres humanos, no se superan, no suman en la vida de los demás y mucho menos en la sociedad.
9.º “Cuál es la voluntad del Señor”: Es cierto que la voluntad de Dios es contraria a la nuestra, porque Su voluntad no tiene como objetivo solo nuestro bienestar temporal físico, emocional, familiar o social, sino principalmente el espiritual.
Aprenda algo muy importante, la base del bienestar de todo ser humano es la vida espiritual, que significa tener comunión con Dios, lo que a su vez significa desprenderse de su propia voluntad para buscar saber, aceptar y hacer la voluntad de Dios.
Obispo Julio Freitas
TAMBIÉN LEA:
– ¿Qué debo hacer para nunca ser un apartado?
– ¿Qué debo hacer para nunca ser un apartado? – parte 2
– ¿Qué debo hacer para nunca ser un apartado? – parte 3
– ¿Qué debo hacer para nunca ser un apartado? – parte 4