Nuestro organismo está constantemente ajustando los niveles de líquido a fin de que exista un balance óptimo de acuerdo a lo que se bebe y se come. Sin embargo, aunque el cuerpo realiza un trabajo excelente para conseguirlo, ese equilibro puede perderse temporalmente, provocando sensación de abotargamiento y presentado hinchazón en las manos, cara, abdomen, piernas o tobillos, que además puede advertirse con un aumento de peso moderado.
Causas comunes
El exceso de sal, alcohol, dietas muy bajas en proteínas y/o desequilibradas, largas horas ante el ordenador, periodos de inactividad, fluctuaciones hormonales menstruales y del embarazo, pueden producir retención de líquidos.
Otras causas de retención de líquidos pueden ser externas como permanecer de pie o sentado durante muchas horas, utilizar ropa demasiado apretada que empeora la circulación, el calor y la humedad excesivos suelen afectar y algunos medicamentos que facilitan la retención de líquidos en nuestro cuerpo.
El té verde y de manzanilla se ha probado como reductor de líquidos más eficaz respondiendo muy bien, y dos tazas son suficientes para eliminar la retención. Otras sustancias que nos pueden ayudar son el diente de león, maíz, cerezo, fumaria, cebolla, perejil, madreselva, achicoria, saúco, vid roja. Todas ellas tienen un componente diurético que nos ayudará a eliminar los líquidos que se acumulan en nuestro organismo. Bebe agua abundantemente, el agua fresca es un potente diurético capaz de conseguir desalojar los líquidos estancados
Desde luego la retención de líquidos es un problema que afecta a mucha gente y que se puede solucionar simplemente con adoptar una serie de costumbres saludables que veremos reflejadas en nuestro aspecto físico y que mejorarán nuestra salud, ya que la retención es molesta para todo el que la padece, pues limita su movilidad general.