Los complejos de inferioridad y la baja autoestima hacían de Vanina una mujer frustrada en la vida amorosa. Ella recuerda: “Antes de conocer a Dios, tenía una depresión muy fuerte, me sentía inferior. Todo el tiempo pensaba que no tenía valor”.
Entonces, comenzó a pensar que la muerte sería su única salida: “Ya no quería vivir, lloraba por las noches y Le pedía a Dios no despertar más”.
Quien la veía no sabía lo que pasaba en su interior: “Aun así, todos los sábados salía a los boliches y ahí me sentía observada, deseada. Me gustaba tener esa atención durante algunas horas, pero cuando las luces y la música se apagaban y el efecto del alcohol desaparecía, volvía la tristeza y el deseo de morir”.
“Un día escribí una carta de despedida, agarré una tijera y pensé en cortarme las venas, pero no pude porque me puse a llorar”, relata al recordar su peor momento.
VOLVER A SONREÍR
Sin embargo, su historia no iba a terminar así. “Mi prima me invitó a la Iglesia Universal. No entendía mucho lo que se decía en las reuniones, pero sabía que quería cambiar de vida. Entonces, comencé a participar de la Terapia del Amor. Lo primero que se transformó fue mi interior. Dios me hizo ver que yo era importante, que era valiosa. Así, cambió la forma de verme, de tratarme a mí misma”, comenta.
Vanina usó la fe y llegó la transformación: “Dios me fue preparando para tener una vida sentimental bendecida. Tiempo después, conocí a quien hoy es mi esposo y puedo decir que mi matrimonio es una bendición. Me casé con un hombre íntegro, fiel y paciente.
Además, tenemos una hija hermosa, nuestra casa y un auto. Pero, por encima de todo eso, la base de nuestra familia es el Espíritu Santo”.
“Hoy puedo decir, a raíz de lo que viví, que solo Dios pudo darme un hogar bendecido y el valor que yo tanto quería. Él es el fundamento de todo”, finaliza.
Ella asiste a la Iglesia Universal ubicada en Av. Pdte. Perón 4660, Morón Norte.
¿Qué es lo más importante en una relación?
En todas las relaciones, sea familiar, de pareja o laboral, suele haber malentendidos. Si un esposo no entiende a su esposa, inevitablemente la va a anular, tomará decisiones precipitadas y la juzgará de manera errónea, y viceversa. Como consecuencia, surgirán los problemas. Por eso, es importante tratar de comprender al otro y ponerse en su lugar. Esto no significa estar siempre de acuerdo, sino que implica ayudar y ser compañero. Antes de pretender que te entiendan, buscá entender al otro. Esa es una manera de demostrar amor.
Jeremías 9:24 dice: “Mas el que se gloríe, gloríese de esto: de que Me entiende y Me conoce, pues Yo soy el Señor…”.
Cuando alguien agrada a Dios, sabe qué es lo que Él quiere que haga en su matrimonio, en su noviazgo y en cada relación.
Participá de la Terapia del Amor, los jueves a las 8, 10, 12, 16 y especialmente a las 20 h, en Av. Corrientes 4070 – Almagro.
Si querés saber dónde se realiza en tu localidad o provincia, comunicate con nosotros a través del S.O.S del Amor al 11 2858 4265
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