El protagonista de la serie televisiva más exitosa de todos los tiempos vive aislado y en depresión. En su carrera, Matthew Perry –el Chandler, de “Friends”– conquistó fama y dinero, pero no la felicidad.
Aun en el auge del éxito, cuando recibía más de US$ 1 millón por capítulo grabado, Perry sufrió con dependencia química. Necesitó ser internado algunas veces para desintoxicarse. Sin embargo, no puede liberarse de todos los vicios. Aun es atormentado por la dependencia del alcohol, del tabaco y de los fármacos controlados.
A los 50 años, Perry vive en un hotel de lujo. Según un sitio web especializado en celebridades, el actor no recibe visitas. Solo sale para fumar o beber, en un máximo de dos veces por día, o para ir al médico.
En su cuenta de Twitter, Perry publicó recientemente: “¿Desde cuándo comer las tres comidas al día se volvió una tarea?”
La depresión, el dolor que lo aflige hace años, parece prevalecer en su vida.
Muchas personas relacionan la depresión al poder adquisitivo, la fama o a la vida profesional. De esta manera, no comprenden cuando una persona como Matthew Perry admite esa enfermedad.
La verdad es que la depresión no está relacionada con estas pautas, sino directamente conectada con el vacío que cada uno siente en su interior.
Muchas veces, Perry ya confesó que nunca se sintió totalmente bien consigo mismo. El hecho de ver a su padre –actor que se divorció de su madre– solo a través de la televisión, durante su infancia y su adolescencia, también colaboraron para que él siempre fuera infeliz.
Sentirse constantemente incompleto lo llevó al vacío, que casi destruyó su vida.
“Debido a las drogas, no recuerdo nada cuando trabajé entre 1996 y 1999”, confesó a BBC.
En el año 2000, Perry necesitó ser internado para la rehabilitación. Entre ese año y el siguiente, las grabaciones eran constantemente reagendadas, porque no estaba disponible para trabajar.
Ese vacío que Perry tenía, que hasta hoy no logró llenarlo, es lo que motiva la depresión, conforme explica el obispo Edir Macedo, en su blog:
“La sensación de vacío profundo es más grande que el dolor que siente el depresivo. Los síntomas de la depresión comienzan con la duda, enseguida viene el miedo, el vacío, la tristeza profunda, y la agonía”.
Recientemente, Perry conmovió a sus fans al comentar su “fiesta para una sola persona”, en Twitter. La soledad y el vacío son sentimientos recurrentes en aquellos que sufren depresión.
Por eso, el obispo Macedo recomienda que el enfermo busque inmediatamente a Dios, pues Él es el único capaz de hacer que una persona sea plena:
“Tratar la depresión es tratar el ALMA”. Y para tratar el ALMA solo existe un camino: ESCUCHAR la Palabra de Dios; MEDITAR en las Sagradas Escrituras, en fin, ABSORBER el Espíritu de la Biblia.”
Participe este viernes a las 12 h en el Templo de la Fe, Av. Corrientes 4070 – Almagro o en la Universal más cercana a usted. Haga clic aquí y vea las direcciones de la iglesia.
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