“Uno de los dos que oyeron a Juan y siguieron a Jesús era Andrés, hermano de Simón Pedro”. Juan 1:40
- Todos los que llegan a la Universal han oído las Palabras de la Vida y han visto lo Sobrenatural por medio de los casos verídicos.
- Nadie puede decir: “Yo no he oído, yo no he visto…”
“Él encontró primero a su hermano Simón, y le dijo: Hemos hallado al Mesías (que traducido quiere decir, Cristo)”. Juan 1:41
- ¿Con cuántas personas se encuentra a diario el Pueblo de la Universal? ¿1, 2, 3…? Sin embargo, ¿a cuántos les dicen: “Hemos hallado al Mesías”?
- Quien Lo asume como su Mesías–Salvador lleva a otros a conocerlo también.
Hay personas que fueron usadas por el mal para llevar a un familiar, a un amigo o a un conocido a:
* un lugar indebido,
* una fiesta que terminó en traición, pleitos e incluso muerte,
* un vicio,
* un abogado que terminó estafándolo,
* la violencia,
* la promiscuidad,
* un especialista que terminó causando otros problemas,
* la idolatría,
* la hechicería,
* una iglesia que terminó desilusionando a esa persona.
Entonces, ¿cómo nosotros, que hemos oído y presenciado en la Universal revelaciones y testimonios maravillosos a través de la Palabra de Dios, que hemos vivido los Propósitos como el Lienzo del Abrigo del Altísimo, no llevemos a alguien a Jesús?
Este domingo, 18 de mayo usted llevará a alguien —a esa persona que sabe que necesita conocer a Jesús.
– Usted ha visto los testimonios y conoce el Poder de Dios. Ha visto a Jesús Obrando Maravillas entre nosotros. Ahora le toca llevar a esa persona este domingo, junto con un pan. El testimonio de Juan sobre Jesús llevó a Andrés a buscar a su hermano Pedro, y Jesús lo Llamó por su nombre. Jesús ya sabe quién es esa persona, lo que ha hecho de malo o de bueno y lo que necesita.
– Ahora debemos llevarla. No se trata solo de invitar, se trata de llevar.
– Andrés no invitó a Pedro. Andrés llevó a Pedro hacia Jesús.
“Entonces lo trajo a Jesús. Jesús mirándolo, dijo: Tú eres Simón, hijo de Juan; tú serás llamado Cefas (que quiere decir: Pedro)”. Juan 1:42
- Conocer al Mesías es tan Divino, Lindo, Maravilloso, Alegre, Realizador, Fortalecedor que no podemos quedarnos sin transmitirles este “éxtasis sublime–espiritual” a las personas, no podemos quedarnos sin invitarlas y llevarlas a conocerlo.
- Y es a estos a los que el Señor Jesús Mira, porque ya los miró por dentro y sabe cuál es el sinónimo dado por los hombres —frustrado, triste, endeudado, descreído, amargado, inundado, confuso, maltratado, olvidado— para darles un nuevo nombre.
- El nombre que Dios Quiere darles a todos los que, de alguna manera, han sido una piedra para lastimarse a sí mismos y a los demás —una piedra de tropiezo por su incredulidad, egoísmo, adicción, malas elecciones, materialismo, fanatismo, soberbia— a ellos, el Señor Jesús Quiere darles un nombre nuevo: Pedro, que significa: Pedro para construcción, evangelización, salvación, y no para la destrucción.
Hagámonos estas 3 preguntas y respondámoslas con sinceridad:
- ¿He demostrado la Alegría de mi Salvación por haber Encontrado, Escuchado y Visto al Mesías, más que todas las cosas?
- ¿He hablado con las personas, las he invitado a Jesús o las he persuadido llevándolas a Él?
- ¿He aceptado y asumido la Responsabilidad espiritual del nuevo nombre que el Señor Jesús me ha dado “Pedro–Julio”, para que las personas sean evangelizadas, transformadas y salvas?
Si las respuesta es “sí”, entonces lleve este Domingo a la Universal en su Barrio a alguien que necesita que Jesús lo Mire y Cambie su nombre
Queda demostrado que el Señor Quiere Mirar, Dar un nuevo nombre y Usar a todos como a Andrés–Pedro, Simón–Pedro. Todo lo que necesitamos hacer es Escucharlo, Verlo en nuestro carácter y llevar a los demás a Su Presencia.
Obispo Júlio Freitas