Finalmente, tomaste la decisión, laboralmente todo marcha bien y los números –hace un tiempo ya– cierran como para contar con tu lugarcito en el mundo. Sentís un poco de ansiedad, pero estás ciento por ciento seguro de la decisión que estás tomando y, aunque te dé un poco de miedo, te encontrás dispuesto a transitar el cambio con valentía. La idea de empezar a involucrarte con lo que conlleva ser responsable de tu departamento te mantiene lleno de energía y entusiasmo. Pero calma, es fundamental que tengas en cuenta tres factores muy importantes antes de poner manos a la obra: el emocional, el arquitectónico y el financiero.
Factor emocional
Me voy con un amigo: Es claro que el tiempo para irse de la casa de los padres depende de cada historia personal, pero, a grandes rasgos, es fundamental que estés preparada emocionalmente. Uno de los primeros interrogantes que vienen a la mente es: ¿me voy solo o con una amigo? Compartir el departamento tiene varias ventajas, no sólo desde lo económico, sino para no sentirte tan solo. Antes de sellar el contrato con tu amiga, será necesario tener una charla muy sincera acerca de las debilidades y las fortalezas de cada una, así podrán dividir las tareas según estas pautas.
Me voy solo: Lo ideal es que los primeros días en tu departamento evites estar mucho tiempo solo. Invita amigos, hermanos, familiares… No sólo te pueden dar una mano con los últimos detalles, sino que, además, serán una excelente compañía para que vos no te expongas a un espacio que, sobre todo las primeras semanas, te cuesta sentir como propio. Pero no te preocupes: el sentido de pertenencia llega con el tiempo. Tu casa va a ser realmente tuya cuando en ella habiten tus historias.
Factor arquitectónico
¿Qué buscar? Para un joven profesional, un departamento de 40 m2 es ideal, pero la prioridad, a la hora de elegir, es la ubicación. Es importante elegir un buen edificio con una buena planta, esto quiere decir: sin recovecos ni muchas habitaciones pequeñas.
Un único espacio franco y simple, en donde se pueda armar un dormitorio separado de un área de trabajo o living por un lindo mueble y una barra con cocina, es mejor que un dos ambientes con pasillitos, roperitos y circulaciones tortuosas. Eso sí, es difícil encontrar uno con un lindo balcón.
Factor financiero
La libertad tiene su precio: Sí, el solo hecho de pensar en todas las cuentas a fin de mes te da un poco de miedo, pero lo importante es entender que el miedo subyace a cualquier cambio y es parte constitutiva del proceso, una reacción natural, sobre todo cuando estamos hablando de uno de los momentos clave en la historia personal de desarrollo y camino a la adultez.
Haciendo números
Los precios dependen de la ubicación, la calidad del edificio y la luz. A rasgos generales, entonces, un departamento en Capital Federal cuesta, hoy en día, entre 50 mil y 100 mil dólares, y el alquiler se encuentra entre los 900 y 1800 pesos. Antes de señar, prestá atención al estado integral del edificio porque a tu departamento lo podés arreglar, pero que el consorcio no mantenga bien el edificio es indudablemente un problema. A su vez, es de suma importancia que los papeles del departamento que estás comprando estén en orden, si estás por alquilar, es importante que veas que el contrato, los depósitos, y todo lo que implica un alquiler esté correcto.