El Espíritu Santo no es para cualquiera.
Vea la lista de los llamados, y no escogidos:
No es para los que piensan que es una buena idea;
No es para los que se consideran justos y santos;
No es para religiosos;
No es para aventureros;
No es para fanáticos;
No es para sabios y entendidos;
No es para doctores en teología;
No es para los que se creen superiores;
No es para hipócritas;
No es para curiosos;
No es para quien guarda resentimientos en el corazón;
No es para los amigos de la injusticia;
No es para los que viven en el pecado y les gusta;
No es para los que aman a este mundo;
No es para los satisfechos;
No es para los que buscan hablar en lenguas extrañas;
No es para los que tienen otras prioridades;
No es para los que han negado a Jesús en sus vidas;
No es para egoístas, egocéntricos y orgullosos;
Mucho menos para avaros y tacaños;
No es para los que quieren resolver problemas personales;
Mucho menos para los que quieren realizar sus propios sueños y voluntades.