Caleb fue uno de los dos espías enviados por Moisés, los Meraglim, para el reconocimiento de la Tierra Prometida. Él y Josué fueron los únicos, entre 12, que volvieron seguros de que vencerían la lucha por Canaán a pesar de las dificultades, ya que en lugar del poderío enemigo se basaban en la Promesa Divina. Caleb, aun siendo de edad avanzada, continuaba teniendo actitud de guerrero.
Según la tradición judía, Caleb fue sepultado en Timnat Sera, ciudad reconstruida por Josué, y confiada a él después de la conquista (Josué 19:49-50). La ciudad se llama Timnat Jeres (Jueces 2:9), donde también fue sepultado Josué, según el relato bíblico, en una sepultura vecina. En el lugar, también están los restos mortales de Nun, su padre.
En la región de Efraín, Timnat Sera, hoy llamada Kifl Hares, está cerca del Monte Gaas en la actual Cisjordania, a 18 kilómetros de Nablus, la Siquén bíblica, y a tan solo 30 kilómetros de Tel Aviv, capital israelita. La zona está ocupada por palestinos, que reivindican su posesión.
El sepulcro recibía la visita de peregrinos por el año 1258 pero, hoy, la visita solo se permite 3 o 4 veces al año, con la protección de las Fuerzas de Defensa de Israel (IDF, sigla en inglés), bajo el acuerdo con la Autoridad Palestina.
Cuando los palestinos tomaron el lugar, el mausoleo de Josué, Caleb y Nun fue saqueado varias veces e incluso profanado, lo que sucedió con menos frecuencia después del acuerdo con la IDF, por el hecho de ser un lugar importante para la creencia judía.
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