La violencia contra el ser humano muchas veces no está en un gesto físico, pero, oculta en forma de agresión discriminatoria, coercitiva e intolerante. Una cristiana en Pakistán sufre hace años encerrada en una prisión, después de pasar por una discusión religiosa en espacio público.
Asia Bibi, casada y madre de 5 hijos (3 de ellas en la foto de al lado, sosteniendo un retrato de la madre), es acusada de blasfemia. Hace 5 años, unas campesinas musulmanas la acusaron de contaminar el agua que bebían, en la ciudad de Nankana, en la provincia de Punjab, donde la blasfemia está tipificada en los artículos de la ley. Ella espera el juicio desde 2010.
Victoria temporaria
El último 22 de julio, el Tribunal Supremo de Pakistán suspendió la orden de ejecución de la cristiana, en el juicio en la ciudad de Lahore, al este del país. Esa pudo haber sido la última oportunidad judicial de Asia Bibi para obtener la absolución. En el caso contrario, ella permanecerá en prisión hasta la ejecución de la pena capital o hasta que el presidente del país le conceda el indulto.
Aunque la absuelvan, Asia Bibi corre un gran riesgo de muerte, pues, según el portavoz de uno de los órganos defensores de la libertad religiosa en Pakistán, los radicales islamitas la perseguirán y harán lo posible para eliminar la vida de la cristiana.
Lucha contra la ley de blasfemia
Mientras, una nueva fecha no es divulgada para el inicio de las audiciones sobre el caso, Asia Bibi continua sobreviviendo y luchando por su propia vida, aun dentro de una celda de máxima seguridad. Las ultimas noticias que se tienen de ella informan que su salud está debilitada, sufre fuertes dolores y hemorragias, y se alimenta mal.
La mujer que hoy, tiene cerca de 50 años, y que se debilita entre 4 paredes, se convirtió en un símbolo nacional e internacional de la lucha contra la ley de blasfemia, En Pakistán, los cristianos, que son 1,6 por ciento de la población, componen un grupo de minorías religiosas en el país.
Las duras leyes
La comunidad internacional viene mostrando apoyo al caso y realizando campañas de liberación. Países como España, Francia, Italia y Estados Unidos ya hicieron pedido públicos de revocación de la pena de muerte de la cristiana paquistaní.
La blasfemia es un tema serio y recurrente en Pakistán. La dura ley que castiga a quien fuera condenado por blasfemia, fue establecida en la época colonial británica para evitar choques religiosos. Pero, ganó fuerza en la década de 1980 con la dictadura de Zia ul-Haq, hasta hoy apoyada por los fundamentalistas islámicos.
Comúnmente, la población, ante cualquier indicio de lo que juzgan por blasfemia, hace “justicia” por manos propias en las calles de Pakistán. Muchos ya fueron eliminados desde la década de 1990, en un país que está entre las 10 naciones que más persiguen cristianos en el mundo, conforme a los datos de la organización Puertas Abiertas, atrás apenas de Irán y de Yemen. Corea del Norte encabeza la lista, seguida por Somalia, Siria, Irak, Afganistán, Arabia Saudita y Maldivas.
Id y predicad
La Universal, que está presente en más de 100 países, y los voluntarios evangelistas también sienten en la piel el fuego de esa persecución religiosa.
Frente a esta situación, se puede notar que agraciados son algunos países, donde hay libertad para expresar las opiniones y lo más importante: llevar el Evangelio libremente. Piense y reflexione sobre este tema. ¿Usted ha usado esta libertad para profesar las buenas nuevas a los sufridos?
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