En los últimos meses, muchas teorías sobre el Fin de los Tiempos han surgido en internet, entre ellas la teoría del apocalipsis a causa de eventos astronómicos anormales. El 15 de abril y el 8 de octubre de 2014, y el 4 de abril del 2015, el planeta vio el fenómeno de la “Luna de Sangre” – en que sucedió el eclipse total de la luna de modo en el que ella se presenta con un color rojizo. La previsión es que ese fenómeno ocurra nuevamente el próximo 28 de septiembre.
En el inicio del año pasado, los científicos observaron que la actividad del Sol disminuyó de forma significativa. El científico Lucie Green, de London College University, dijo en la entrevista a la red mediática inglesa BBC que “cuando una estrella se vuelve inactiva, puede significar que está adormeciendo”. En el inicio de este año, la astrónoma Judit Györgey-Ries, de la Universidad de Texas, informó que un asteroide “del tamaño de la Estatua de la Libertad” puede caer en la Tierra en octubre de 2017.
Esos y otros acontecimientos instigan las teorías de conspiraciones y eventos apocalípticos por causa de momentos previstos en la Biblia, como lo descripto en el siguiente pasaje:
“E inmediatamente después de la tribulación de aquellos días, el sol se oscurecerá, y la luna no dará su resplandor, y las estrellas caerán del cielo, y las potencias de los cielos serán conmovidas.” Mateos 24:29
¿Qué significa eso para el cristiano?
La Biblia tan solo dice cómo será el fin de la Tierra, pero no dice cuando será el retorno de Jesús y el inicio de esa etapa. Sin embargo, los que nacieron de Dios deben comprender que, de cualquier forma, la vida es pasajera. Vinimos al mundo, pero habrá un día en que retornaremos al Padre, si aceptamos al Señor Jesús como Salvador y obedecemos Sus orientaciones en vida.
Como está escrito: “… no sabéis lo que será mañana. Porque ¿qué es vuestra vida? Ciertamente es neblina que se aparece por un poco de tiempo, y luego se desvanece.” Santiago 4:14
Muchas personas se preocupan con esos fenómenos espaciales, pero no notaron que el problema no está en la ocurrencia de ellos, pero sí en la certeza de su propia Salvación. Por eso, busque a Dios, escuche lo que Él tiene para decir mientras hay tiempo. Comprenda que su paz depende de eso.
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