“Mi familia y yo esperamos que usted lea este mail. En su sitio, usted escribió que una idea puede revolucionar un negocio, si venía de Dios, entonces…
Mi esposo y yo estamos pasando por un momento muy difícil en nuestra vida financiera. No hemos encontrado solución para levantar nuestra pequeña empresa. Tenemos muchos disgustos aquí.
No conseguimos financiamiento, etc. Recientemente tuvimos la idea de intentar vivir en Londres, Inglaterra, aunque no tenemos un mínimo conocimiento de inglés. ¿Cómo tener la seguridad de que esta idea vino realmente de Dios?
Tenemos 40 años ambos, no podemos equivocarnos más. Hasta el momento, esta idea es una certeza en nuestro corazón, en nuestros planes. Tengo plena confianza de que usted es un gran siervo de Dios y que sus palabras son la voz del Espíritu Santo.
Atentamente, Ana.”
Respuesta:
Querida Ana, solo de estar preguntando si fue una revelación o no, muestra que no fue. Cuando tenemos una revelación o una idea venida de Dios, no tenemos dudas.
(*) Respuesta retirada del blog del obispo Edir Macedo